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Las ONGs critican la labor de España al frente de la UE

Actualidad Madrid, marzo 27, 2010

Las ONGs critican la labor de España al frente de la UE
La cumbre de Naciones Unidas en Doha se cierra sin haber protegido ninguna de las 40 especies marinas que había sobre la mesa. Tampoco el oso polar.

Hace unos meses, miembros del Ministerio de Medio Ambiente español acudieron a la Embajada de Japón en Madrid para comer sushi. Y la escena se repitió en decenas de embajadas en todo el planeta. Los gobernantes de todo el mundo escucharon, con un pedazo de atún rojo en la boca, los planes de Japón para tumbar la propuesta de Mónaco de prohibir el comercio internacional con esta especie, sobreexplotada en el último decenio hasta el colapso.

El país asiático llegó a la reunión de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), que se cerró ayer, con la batalla diplomática ganada.

Los delegados de 140 países congregados en Doha (Qatar) desde el 13 de marzo rechazaron a la primera de cambio blindar al atún rojo, con una votación urgente y en secreto solicitada por Libia. En los días siguientes, y siempre con Japón como impulsor de la rebelión, fueron derrotadas las propuestas de aumentar la protección de los corales preciosos, del tiburón martillo, del tiburón oceánico y de la mielga. La única iniciativa que salió adelante, la del marrajo sardinero, fue rescatada ayer en el plenario para rechazarla. En total, 40 especies marinas despojadas de la armadura del CITES. Japón ha salvado sus joyas, su sushi y su sopa de aleta de tiburón.

Los pescadores han vapuleado a los ecologistas en una cumbre que la ONU vendió como "una de las ocasiones clave que tendrán los gobiernos este año para tomar medidas de protección de la biodiversidad". Pero Doha apenas ha servido para proteger un escarabajo de Bolivia, un tritón de Irán y para confirmar la prohibición del comercio internacional con marfil de elefante africano, ya decidida en 2007. Por primera vez, los países de CITES discutían sobre especies de alto valor económico. Y con las cosas de comer no se juega. La propuesta de EEUU de abolir la venta de productos de oso polar por la amenaza del calentamiento, la primera en la historia relacionada con el cambio climático, también fue rechazada. La ONU ha declarado 2010 Año Internacional de la Biodiversidad.

EEUU y la UE llevaron a Qatar la mayoría de las iniciativas para proteger las especies marinas. Todas sus propuestas han sido barridas. Fuentes de la negociación aseguran que Japón creó un bloque de veto con algunos países africanos, liderados por Zambia y Tanzania, molestos tras no conseguir que su intentona de vender sus reservas de marfil saliera adelante. Pero es imposible confirmarlo, porque países como Marruecos e Islandia han impuesto el voto secreto en las discusiones sobre las especies marinas de interés comercial. Nadie quería salir en la foto votando no a la protección del tiburón martillo, una especie tan esquilmada que algunos países han prohibido por su cuenta su pesca. España fue el primero en hacerlo en la UE el 1 de enero de este año.

Pese a la derrota de las propuestas europeas, la jefa de la delegación española y de la UE en Doha, Teresa Zapatero, defiende la labor de España en la cumbre. Sin embargo, los ecologistas españoles en Doha, Sergi Tudela, de WWF, y Sebastián Losada, de Greenpeace, critican que defendiera la propuesta del atún "con la boca pequeña". Fuentes de la delegación, de los ministerios de Industria y Medio Ambiente, admiten que "no era la propuesta ideal para España".

Los 27 miembros de la UE consensuaron plantear una prohibición del comercio internacional con atún rojo, condicionada a un informe científico sobre la especie que se conocerá en otoño. Pero el Gobierno español no quiere que CITES husmee en la política pesquera. Prefiere que la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) sea el único organismo que gestione la especie, como ha ocurrido hasta ahora con escaso éxito. Sin embargo, Zapatero tuvo que salir en Doha a defender la prohibición condicionada de la UE, en contra de los intereses pesqueros españoles, al ostentar la presidencia rotatoria. "Creo que la defendí bien", opina.

Unas 2.300 personas trabajan en las cuatro almadrabas españolas y en los casi 200 barcos dedicados a la pesca del atún rojo. Para España, la cumbre de Qatar era la cumbre del atún. Y el sector pesquero se ha movilizado para evitar el veto al comercio internacional. Juan Serrano, director general del Grupo Balfegó, una empresa catalana con cuatro barcos cerqueros que capturan más de 400 de las 13.500 toneladas anuales de atún rojo que se permiten pescar en el mundo, viajó a Doha para hacer presión contra la propuesta de Mónaco. "Estamos muy contentos de que el atún no entre en CITES", explica.

La prohibición era el fin de su empresa. El año pasado, sus barcos exportaron el 90% del atún rojo pescado a Japón, a unos 30 euros el kilogramo. Entre 6.000 y 12.000 euros por cada pez. En sus mejores tiempos, hace pocos años, el sector atunero español movía unos 100 millones de euros anuales. En 2010, se acabó el chollo. Se prevé un batacazo de 70 millones. La UE ha retirado 100 barcos cerqueros del mar y ha recortado la cuota un 40%. Sólo quedan 50 de estos buques industriales, seis de ellos españoles. Durante un mes, atrapan con redes unas 100 toneladas de atunes cada uno y los transportan a granjas de engorde en jaulas, a la espera de su exportación a Japón.

Para Serrano, la solución al declive de la especie es "más control, menos cuotas de pesca y menos barcos en el mar", como propone el ICCAT. Sin embargo, rechaza la inclusión de especies marinas comerciales en el Apéndice 1 de CITES, el mismo que prohíbe el comercio internacional con linces ibéricos y águilas imperiales. "Si mañana están mal las cigalas o las merluzas, ¿las metemos también en CITES?", se pregunta. La entrada en el Apéndice 1 significa el fin de la venta al exterior, pero no de la pesca. Los barcos seguirían faenando para el mercado interior. "En este caso, CITES no sirve para proteger, sólo para empobrecer a los pescadores", asegura Serrano.

En otoño, el ICCAT hará público un informe sobre el estado actual del atún rojo, el primero tras la aprobación en 2006 de un plan de recuperación de la especie, con recortes drásticos de cuota y barcos. Se verá entonces si los pescadores tienen razón o si, como aseguró ayer la ONG Oceana, lo ocurrido en Doha es "una tragedia para los océanos".

Fuente : Público.es

Recogida de firmas para salvar al atún rojo en la página del World Wild Fund (WWF)

www.marketingdeexperiencias.com/wwf_adena/display.php?M=53714&C=2044d660eec923ba69d303cb77cd4b98&L=8&N=271

Enlace: http://www.publico.es/ciencias/303130/pescadores/vencen/ecologistas