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En unas semanas dos belugas disfrutarán del primer santuario para cetáceos del mundo

Actualitat Barcelona, juliol 22, 2020

En unas semanas dos belugas disfrutarán del primer santuario para cetáceos del mundo
Falta muy poco. Los santuarios marinos ya son una realidad que acabará con la explotación de los cetáceos en los delfinarios.

El santuario para belugas de Sea Life Trust fue creado conjuntamente con la asociación Whale and Dolphin Conservation (WDC) y es el primero para cetáceos que han vivido en cautiverio. Se espera que el proyecto aliente a la rehabilitación de más cetáceos en ambientes naturales y que promueva el fin de los espectáculos de entretenimiento con animales marinos.

“Este proyecto lleva años preparándose y es pionero en brindar una solución a cómo la industria del cautiverio puede transformar el futuro de los cetáceos cautivos” apuntaba Andy Bool, director del Sea Life Trust.

El santuario será el nuevo hogar de dos belugas hembra de 12 años de edad. Little Grey y Little White que hasta hace poco vivían en cautividad en el Changfeng Ocean World en Shanghai, donde realizaban espectáculos para los visitantes. Las dos viajaron casi 10.000 kilómetros por aire, tierra y mar hasta su nuevo hogar en Klettsvik Bay, en las Islas Westman de Islandia. Han sido más de 35 horas de viaje de China a Islandia. Es posible leer más sobre su épico traslado, en la web del proyecto.

La recóndita bahía de Klettsvik mide 32.000 m2 y cuenta con una profundidad de 10 metros. Fue elegida para proporcionar un ambiente sub-ártico lo más natural posible para estos animales. 

La organización Sea Life Trust tardó seis años en desarrollar el proyecto junto con la organización Whale and Dolphin Conservation y gran cantidad de expertos de alrededor del mundo. "Little White y Little Grey vivieron 9 años en una piscina", explicó Andy Bool, director de la fundación. "Todavía son relativamente jóvenes. Las belugas pueden vivir hasta 40 o 50 años en la naturaleza. El objetivo del santuario es proporcionarles un hogar para el resto de su vida natural".

También incluye un centro para el bienestar de los animales y otro para visitantes.

Little Grey y Little White participan en un programa especialmente diseñado por un equipo internacional de veterinarios y expertos en cetáceos que las ayudaron a afrontar su largo viaje y que ahora están preparando su aclimatación en una piscina que se encuentra a tan solo 1 Km del santuario. Aun así, las belugas necesitarán un tiempo para adaptarse, ya que han pasado años lejos del agua profunda y sub-ártica.

El traslado definitivo a su nuevo hogar hubiera tenido que realizarse el pasado 3 de julio, pero el equipo veterinario detectó una infección estomacal debido a una bacteria en los dos animales. Afortunadamente se trata de una infección muy leve y tratable, pero retrasará la llegada de los animales al santuario algunas semanas.

A día de hoy hay más de 3.000 ballenas, delfines y marsopas en cautiverio en todo el mundo. Así que desde FAADA esperamos que ellos sean los primeros de muchos cetáceos que pueden volver a disfrutar de una vida en estado natural. 

Recordamos que en el Oceanogràfic de Valencia, las tres únicas belugas en cautividad de la UE, pasarán allí su vida entera si nada cambia y que hace tan solo un par de días los últimos tres delfines del Zoo de Barcelona fueron trasladados a un polémico zoo de Grecia debido, supuestamente, a falta de alternativas.

Pero proyectos como éste nos demuestran que no es una cuestión de alternativas, sino de voluntad. Es más, el SEA LIFE Trust Beluga Whale Sanctuary fue creado desde cero expresamente para estos animales, mientras que en el caso de los delfines de Barcelona ya existía una opción en fase de desarrollo que, con un firme compromiso, una inversión económica por parte del Ayuntamiento o del zoo, o aceptando la ayuda de empresas que se habían mostrado dispuestas a colaborar, hubiera podido acelerar e incluso finalizar sus obras a tiempo para acoger a estos animales.  

Pero ahora el Beluga Whale Sanctuary marca el comienzo de una nueva era. Los santuarios marinos ya no son una “utopía”, una “fantasía de las entidades de protección animal”. Son una realidad que, por mucho que intente luchar la industria del cautiverio, acabará con la explotación de los cetáceos en los delfinarios. 

Foto: Beluga Whale Sanctuary

 

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