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Matan a tiros a dos chimpancés que intentaban huir de un zoo de Holanda

Actualitat Amersfoort, novembre 11, 2020

Matan a tiros a dos chimpancés que intentaban huir de un zoo de Holanda
Se trata del enésimo caso de animales que viven en cautividad y que acaban abatidos al escaparse de sus jaulas.

El pasado 3 de noviembre dos chimpancés fueron matados a tiros cuando escapaban del zoológico de Amersfoort, Holanda. Los dos animales, Mike y Karibuna, aprovecharon una puerta dejada mal cerrada por uno de los empleados del parque para intentar huir.

Pero los responsables del centro lo impidieron disparándoles "para evitar una mayor escalada", según un comunicado que han emitido. En el mismo escrito, también se indica que la decisión fue tomada al observar "un comportamiento dominante que podría haber llevado a una situación peligrosa".

Una de las portavoces del zoo ha asegurado que un dardo tranquilizante hubiera tardado demasiado tiempo en hacer efecto, ya que podrían haber implicado una espera de hasta 15 minutos.

Lo sucedido se suma a una larga lista de casos, a nivel mundial, de animales que son mantenidos encerrados en parques zoológicos y que acaban abatidos al intentar escaparse. Estos lugares no parecen contar con protocolos para salvar sus vidas en caso de problemas inesperados o accidentes, sino que tan solo priorizan la seguridad de las personas. Y este no es seguramente el único, ni el más grave, de los problemas relacionados con los parques zoológicos.

Los animales en los zoos, en la gran mayoría de los casos, viven de manera permanente en pésimas condiciones: como seres vivos y sintientes que son, tienen la necesidad de llevar a cabo sus comportamientos naturales, en el hábitat para el cual están naturalmente adaptados. Su uso, y en especial el de ejemplares de especies salvajes, para el entretenimiento humano, no solo no les permite desarrollar dichos comportamientos con graves perjuicios para su salud física y psicológica, sino que adormece a la sociedad en la empatía y el respeto de los demás seres vivos.

La observación de animales confinados en un entorno artificial y llevando a cabo comportamientos impropios a su especie e incluso estereotipados, carece de la función educativa que los parques zoológicos alegan desarrollar. Asimismo, tal y como demuestra el hecho que sólo una mínima parte de los zoos de Europa han llegado a reintroducir especies en la naturaleza y que tan sólo el 8% de los animales de todos los zoos de Europa forman parte de un proyecto real de conservación, los parques zoológicos tampoco contribuyen a la supervivencia de las especies.

Ahora más que nunca, tras haber sufrido en nuestra propia piel lo que significa vivir en un estado de confinamiento, resulta imprescindible replantearse el actual modelo de zoológico como colección de animales para el disfrute humano y trabajar hacia alternativas más éticas: el uso de las nuevas tecnologías para acercar a las personas al respeto de los animales y la protección de los hábitats naturales, y una reconversión, a medio plazo, en centros de rescate que ofrezcan un retiro digno a aquellos individuos que lo requieran.

El caso de Mike y Karibuna es la enésima demostración de que este cambio no puede demorar más.

Fuente: 20 Minutos

 

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