Antes de poder vender un producto, hay que demostrar que este es seguro para las personas y que no les causará ningún daño. Durante años productos cosméticos (como perfumes, champús, tintes, cremas, maquillaje y desodorantes) y productos de higiene del hogar, así como los ingredientes que forman parte de éstos, se han testado en animales.
Los animales con los que más se experimenta para este fin son ratas, ratones, conejos y cobayas. Animales que son fáciles de mantener en cautividad, de alojar, y de fácil reproducción también.
Hoy en día existen numerosas pruebas y métodos para validar los procedimientos que no utilizan animales. También se pueden obtener nuevos productos cosméticos utilizando ingredientes que ya han sido aprobados como seguros para los humanos. Hoy en día ya hay más de 15.000 ingredientes que han sido aceptados como seguros.
La experimentación animal para fines cosméticos está prohibida en toda la Unión Europea desde 2013. En 2009 se aceptó que la experimentación animal para cosméticos era totalmente innecesaria, y tras un proceso comprendido por dos fases de aplicación, a partir de marzo de 2013, quedó ya prohibida la venta en la UE de todos los productos cosméticos acabados o ingredientes de cosméticos que hayan sido probados sobre animales, así como la importación de ingredientes testados en animales.
En Estados Unidos cada año se usan para la cosmética más de un millón de animales en experimentos, y en Canadá más de 3 millones.
Cualquier empresa que fabrique productos de cosmética dentro de la Unión Europea se ha de ceñir al Reglamento (CE) Nº 1223/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de noviembre de 2009, sobre los productos cosméticos.
Gracias a esta decisión tomada en la Unión Europea y a la gran demanda por parte de los ciudadanos, a día de hoy existen una gran cantidad de cosméticos y productos para el hogar que no son probados en animales.
Aun así, fuera de la Unión Europea la experimentación animal en cosmética sigue vigente en muchos países. La experimentación con animales para este fin en Estados Unidos es de gran preocupación. Grandes marcas de importancia a nivel mundial siguen probando sus productos en animales a pesar de la demanda del consumidor y de las muchas alternativas existentes.
Por este motivo es muy importante mirar la procedencia de los productos cosméticos que encontramos a la venta, puesto que pueden ser de importación y si son de fuera de la UE la no experimentación con animales no está asegurada. Además, hay empresas que fabrican cosméticos con ingredientes que fuera de la UE están siendo testados en animales.
Otras fuentes
Protección de los animales utilizados para experimentación y otros fines científicos
Directiva 2010/63/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de septiembre de 2010, relativa a la protección de los animales utilizados para fines científicos
Informes anuales de la utilización de animales en la investigación y docencia