La mayoría de plumas son un subproducto de la industria avícola, como las plumas de los patos, los gansos o pollos. Las características de las plumas varían según la especie, edad, sexo y localización en el cuerpo de las aves.
La diferencia básica entre la pluma y el plumón es el hecho de que el plumón cuenta con una forma tridimensional, mucho más voluminosa que la pluma, que es plana. El plumón es el material más apreciado por la industria, pues se trata de la pluma procedente del pecho y cuello del animal (de aves acuáticas: pato o ganso) y que conforma un aislante natural. Se utiliza mucho como relleno de ropa de abrigo y ropa de cama.
Los mayores exportadores de plumas y de plumones son China y Hungría, seguidas de Polonia. En total, hay cerca de 25 países que tienen una producción significativa de plumas y plumones.
En Europa, la recolección de plumas de animales vivos solo está permitida bajo estipulaciones legales claramente definidas, que se rigen por una serie de disposiciones. Entre ellas se encuentran el Convenio Europeo para la Protección de los Animales de Granja, la norma sobre el mantenimiento de los gansos a los efectos del desplumado y la legislación nacional sobre bienestar de los animales.
La llamada “muda” sólo puede llevarse a cabo durante el período en que el ave cambia naturalmente sus plumas, cuando una nueva generación de plumas ha madurado y las antiguas son arrojadas. La cosecha de las plumas no puede tener lugar fuera de la temporada de muda: el desplume en vivo está estrictamente prohibida por la ley en la Unión Europa. A pesar de esto, se sospecha que la creciente demanda esté convirtiendo esta práctica ilegal en rutinaria.
Los patos y los gansos son las principales especies explotadas para obtener plumas y plumón. En su hábitat natural, viven en parejas o en grupos con fuertes lazos sociales y migran juntas a centenares de kilómetros cada año. Cuando vuelan lo hacen en formaciones para reducir la resistencia al aire, llegando a alcanzar una velocidad de 95 Km por hora.
Los patos son aves sociales que disfrutan estando con otros animales de su especie. Se pasan los días buscando comida entre la hierba y en la superficie del agua y duermen juntos durante la noche. Les gusta la tranquilidad y huyen a la mínima señal de peligro.
Los gansos son animales muy colaborativos, cuidan de sus crías y trabajan conjuntamente para lograr los objetivos del grupo.
Explicamos en detalle los tres métodos más utilizados para eliminar plumas y plumones del cuerpo: post mortem, el desplume en vivo y la recolección.
Es el método más usado donde las plumas son retiradas de los cuerpos de las aves después de ser sacrificadas para comer su carne y/o sus órganos internos (hígado graso).
Cuando se quieren aprovechar, las plumas más importantes de las alas y de la cola se quitan después del sacrificio y antes del escaldado. El resto de plumas se obtienen después del escaldado.
Este método consiste en coger el ganso o pato, mantenerlo presionado por el cuello o las alas y arrancar las "plumas selectivas" de su piel. Durante este proceso en muchas ocasiones se rasga la piel, por lo que se cose con una aguja recta (sin anestesia ni analgésico) y se deja que el ave se recupere hasta la siguiente "recolección de plumas". Este proceso se repite cada 6-7 semanas hasta el momento en que se mata al animal, a no ser que muera antes por el trauma del proceso de desplume. Para cada edredón de plumas se necesita utilizar al menos 75 ocas. A cada una de estas ocas se les arrancan las plumas 4 o 5 veces durante su vida.
Consiste en la eliminación de las plumas que están maduras, debido al fenómeno de la muda. Implica hacer un cepillado o peinado para eliminar las plumas o plumón que están listos para caerse.
Muchas veces esta metodología se lleva a cabo recogiendo las plumas de cientos de aves al mismo tiempo, cuando es muy improbable que todas las aves se encuentren en la misma etapa de muda. Además las plumas maduran en diferentes momentos en diferentes partes del cuerpo, por lo que algunas plumas pueden arrancarse en vivo durante el proceso. Algunos estudios han demostrado que los huesos de los animales pueden romperse o dislocarse en la recolección de plumas.
Las plumas se quitan generalmente durante el ciclo de muda natural del ave, que es el momento en que se despojan de sus plumas viejas y crecen otras nuevas, cada 6-7 semanas. Los gansos, por ejemplo, no son alimentados el día antes de recoger sus plumas, para evitar la contaminación de las mismas con los excrementos. En los gansos que ponen huevos se recogen sus plumas entre 5 y 15 veces durante su vida, mientras que en los criados para carne se recogen sus plumas alrededor de 4 veces durante su vida.