En la mayoría de pueblos y ciudades pueden verse animales que aparecen de forma regular o viven permanentemente en las áreas urbanas y periurbanas, pudiendo ser objeto de quejas por una parte de la población.
La lacra del abandono y una larga historia de falta de control eficiente han hecho que los gatos vivan en las calles de nuestros municipios y se reproduzcan aumentando su población exponencialmente. Está demostrado científicamente que el método más efectivo para poder controlar a estas colonias y disminuir el impacto negativo que pueda tener tanto dentro de la propia población de gatos como para la convivencia con las personas, es el control de la natalidad. Capturar a los individuos para proporcionarles atención veterinaria y esterilizarlos reduce los enfrentamientos y molestias, evita la transmisión de algunas enfermedades entre ellos y disminuye la población de la colonia evitando que nazcan nuevos animales.
El aumento de población de las palomas debido a la falta de depredadores naturales y una ineficaz gestión de su control unido a una intencionada mala prensa de estos animales, ha conllevado a un aumento de las quejas de los vecinos hacia estos animales. Las administraciones, hasta hace bien poco, la única medida que han adoptado para poner solución, ha sido el exterminio masivo, un sistema cruel, costoso e ineficaz.
Actualmente, existe la posibilidad de regular el crecimiento de la población de palomas proporcionándoles, a través de un dispensador selectivo, un pienso que las deja infértiles. Se estima que la población puede menguar en un 20% en el primer año y alcanzar hasta un 80% en cuatro o cinco años.
Los jabalíes también han encontrado en la urbe una rica fuente de alimento a través de los residuos que tiran las personas y, sumado a otros muchos factores, ha adelantado la edad fértil y aumentado el número de crías por camada. El método que se ha utilizado hasta ahora para mantener al margen de la ciudad a estos animales, la caza, no ha sido efectivo y, de hecho, provoca el efecto contrario: los jabalíes se asustan, cruzan carreteras creando situaciones de riesgo vial y huyen hacia las ciudades. Hay varias maneras para ahuyentar a los animales que se acercan demasiado en un momento determinado, si lo que se pretende es que un grupo concreto de animales se aleje de la ciudad. Por otro lado, si se quiere disminuir la población de estos animales, también se puede hacer mediante la contracepción, de manera que disminuya la cantidad de crías nacidas anualmente.
Finalmente, en un grupo muy heterogéneo en cuanto a las especies que lo forman, están las conocidas como “especies invasoras”. De acuerdo a la legislación, deben ser eliminadas del medio, de modo que lo más habitual es que se organicen dispositivos de captura y sacrificio en puntos concretos donde se avistan o donde parecen estar causando mayor daño. En ocasiones, hay personas que deciden actuar por su cuenta para deshacerse del “problema”. Las técnicas que se utilizan con este fin suelen causar estrés y dolor a los animales, además de causar su muerte de manera intencionada. Sin embargo, el sacrificio de estos animales sanos puede evitarse buscando otros métodos que permitan una convivencia no perjudicial con ellos, una retirada progresiva de individuos para reubicarlos en centros habilitados para ello y una disminución de su presencia en el territorio.
Wiki FAADA
¿Quién tiene que intervenir en el control de las colonias de gatos ferales?
Otras fuentes
Informe método CER y páginas de referencia
Guía GEMFE sobre colonias felinas
Protocolo de gestión de colonias felinas
Control ético de las palomas en Barcelona
Gestión ética multiestratégica de Palomas Urbanas (MALP)
Informe FAADA - Gestión de poblaciones de jabalí y medidas alternativas
Protocolo consensuado con la Generalitat para la gestión de cerdos vietnamitas: plan de gestión
Informe FAADA - Problemàtica i Control de Porcs Senglars