Según la Ley 31/2003, de 27 de octubre, de conservación de la fauna silvestre en los parques zoológicos, la existencia de estos lugares se justifica en base a tres objetivos principales: educación, investigación y conservación. Pero la realidad es muy diferente: diversos estudios e investigaciones muestran que los zoos de Europa no se constituyen sobre estos tres pilares, y en la mayoría, el bienestar de los animales que alojan tampoco es una prioridad, ya que estos centros se han convertido en lugares lucrativos. En EEUU los ingresos totales por las visitas a zoos y acuarios ascendieron a más de 5 billones de dólares en 2016, así que estos sitios dedicados al ocio y entretenimiento, buscan la manera de atraer visitantes para obtener mayores beneficios económicos (700 millones de personas visitan los parques zoológicos cada año en el mundo). Se ofertan con lemas como “ven a divertirte al zoo”, y ofrecen continuamente nuevas atracciones con los animales, como por ejemplo las interacciones directas, que desafortunadamente han aumentado drásticamente en los últimos años.
La mayoría de los zoos carecen de un programa de educación, no disponen de personal formado, no realizan visitas guiadas ni charlas educativas, tampoco elaboran rigurosos paneles de interpretación o disponen siquiera de un aula educativa. Por el contrario basan su educación en los espectáculos de ciertas especies, mayoritariamente aves exóticas, leones marinos, focas, cetáceos, etc. Estos espectáculos se anuncian como “educativos”, pero lo cierto es que no contribuyen a la formación del público, ni aportan datos relevantes sobre las especies, su comportamiento o su hábitat. Por el contrario, transmiten un mensaje erróneo sobre la cautividad, normalizándola, presentando a los animales a través de sus piruetas e incluso mostrando a los visitantes que las interacciones entre estos animales y los humanos son normales y beneficiosas para ellos.
Desde el año 2005, el zoo de Barcelona ha participado en sólo 3 proyectos de conservación.
La conservación debería estar detallada en un plan que indicara la participación del zoológico en programas oficiales de cría en cautividad, con objetivos conservacionistas. Estos objetivos se basan en lograr una población autosuficiente, que mantenga al menos el 90% de la variabilidad genética original durante cien años o más para evitar la endogamia y los problemas que de ella se derivan, y así conseguir que los animales formen parte de futuros programas de reintroducción. En cambio, los zoos elaboran programas de cría de multitud de especies que luego no se reintroducen, sino que sirven para alimentar las colecciones de otros zoos y mantener la diversidad genética.
Para lograr objetivos conservacionistas reales, la población cautiva debería ser gestionada como un conjunto (a pesar de que su ubicación pudiera ser dispersa) y bajo la supervisión de la EAZA (European Association of Zoos and Aquaria). Sin embargo, los últimos datos del 2015 indican que hay unos 70 zoológicos en España y que tan sólo 16 son miembros de la EAZA, y 3 de la WAZA (World Association of Zoos and Aquariums). La EAZA cuenta con un total de 383 miembros de 44 países.
La realidad es que la gran mayoría de especies que se albergan en los zoológicos no están amenazadas, sino que se mantienen en cautividad únicamente para su exhibición, como parte de una colección. Por otro lado, se mantienen especies que sí están en peligro de extinción, como el elefante asiático, que no pueden adaptarse a vivir en cautividad. Diversos estudios demuestran que esta especie sufre enormemente en los zoos, que desarrollan enfermedades que les pueden ocasionar la muerte y que por todo ello no pueden reproducirse, con lo cual la aportación a la conservación de la especie es también nula.
Por lo que se refiere a la investigación, a pesar de que la directiva obliga a los zoológicos a cumplir con este objetivo, son una minoría los zoos que llevan a cabo estudios científicos. De estos estudios, un porcentaje aún menor aporta un valor al mundo animal, ya que la mayoría se centran en estudiar problemáticas y comportamientos de los animales en cautividad, que no se observan en libertad, y que por tanto no pueden ser luego extrapolados para ayudar a estas especies en la naturaleza.
A nivel estatal
A través de InfoZOOS, coalición formada por las entidades ANDA, BORN FREE y FAADA, creada para incidir, de forma efectiva, en la manera en que son gestionados y tratados los animales salvajes en los parques zoológicos.
Wiki FAADA
¿Qué tipo de información sobre el animal debe mostrarse en un Zoo?
¿Sirven los Zoos para la conservación de las especies?
¿Qué ocurre si se escapa un animal de un Zoo?
¿Se pueden tocar los animales en los Zoos?
¿Debe un Zoo contribuir económicamente en proyectos de conservación en el país de origen de los animales?
¿Es útil la cría en cautividad en los zoológicos?
Otras fuentes