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Mimo y Arán o la extrema dificultad de trasladar animales salvajes

Our action Arties, july 20, 2016

Mimo y Arán o la extrema dificultad de trasladar animales salvajes
En 2015, cuando logramos el consentimiento del Ayuntamiento de Arties para trasladar a Mimo y Arán pensamos que lo habíamos conseguido. Pero no es tan sencillo...

Cuando empezamos a organizar el traslado de los osos a finales de octubre nos encontramos con el problema que la documentación que nos entregaron estaba incompleta, uno de los osos no tenía documentación CITES, y tuvimos que aplazarlo ante la inminente llegada del invierno. Mientras tanto, otra emergencia llego al santuario y nuestros osos se quedaron sin espacio. No es un hecho fuera de lo común. Ocurre. Afortunadamente, ya tenemos otro centro apalabrado.

A las puertas del invierno no era posible trasladar a los osos. No nos podíamos arriesgar a trasportar a los animales en condiciones de bajas temperaturas o con el problema de que ya hubiesen entrado en hibernación. Así que, como aún había que hacer trámites burocráticos y llevaría tiempo, decidimos aplazar el traslado hasta 2016.

En primavera, contactamos con el santuario de Rumanía -que previamente ya había aceptado a Mimo y Aran- y nos encontramos con la sorpresa de que ya no los podían acoger. Los santuarios son centros que rescatan y acogen animales en mal estado, o en peligro y cuando surge una emergencia no se pueden negar a asistir a esos animales. Así, el espacio que iba destinado a Mimo y Aran fue ocupado este invierno por otros animales que tenían una urgencia más grande.

En aquel momento teníamos dos opciones: esperar a que tuviesen otra vez espacio en el santuario de Rumanía o buscar un nuevo santuario. Removimos cielo y tierra, contactamos con centros de todo el mundo y tuvimos muchísimas negativas -y muchos intentos que fueron fallidos-. Finalmente, en junio, nos comunicaron que en un santuario de Hungría había sitio para acoger a Mimo y Aran.

Hemos vuelto a poner en marcha toda la maquinaria: contacto con las administraciones,  con el santuario, carta de petición oficial de acogida de los animales, preparación de la documentación CITES, certificados veterinarios, documentos TRACES para el permiso de traslado...Un sinfín de burocracia y papeleo.

Mimo en la instalación de Arties.

 

En este momento, estamos pendientes de la documentación de Hungría. Esperando que las autoridades acepten la entrada de Mimo y Aran a su país y el centro receptor, el santuario Medveotthon Hungary, entonces podremos realizar el traslado.

Pero de nuevo nos encontramos en fechas muy críticas. Muchas personas se encuentran de vacaciones y ya sabemos cómo funcionan las administraciones en agosto. Seguramente el traslado tendrá que esperar hasta septiembre. Otra vez. No es plato de gusto para FAADA que este proceso se alargue tanto. Pero no hace falta explicar que éstos no son animales fáciles de colocar, ni fáciles de transportar.

Queremos hacer pública esta información para transmitir a aquellas personas que -asumimos que con un noble objetivo- se han mostrado preocupadas por el bienestar de estos animales.

Un traslado de esta envergadura tiene muchas piezas que se han de encajar, requiere de mucha documentación y a menudo aparecen contratiempos que son imposibles de prever. FAADA lleva trabajando en este caso desde 2012 y somos los primeros interesados en que el caso termine bien, con los osos viviendo una vida digna en el lugar que merecen.

Enlace: http://faada.org/noticia-709