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Dumba, la elefanta que vive en un jardín de 100 m2 en Caldes de Montbui

Our action Caldes de Montbui, august 10, 2016

Dumba, la elefanta que vive en un jardín de 100 m2 en Caldes de Montbui
Te vamos a pedir que te muevas por ella. Que compartas su historia. Que nos ayudes a hacerla pública. Hemos denunciado su caso y nada cambia.

“Hay un elefante en el jardín de mi vecino”.  Parece una broma, ¿verdad? Pues no lo es. Así nos lo contaron en 2009. Y era verdad: era una hembra de elefante asiático, a la que llamaban  Dumba y que hace unos 30 años que vive en Caldes de Montbui. Nos pusimos a investigar: ¿quién tiene un elefante en casa, en un jardín? ¿Cómo vive? ¿Es eso legal?

Tras unos meses de ir al pueblo, preguntar, hablar con la gente, y realizar visitas de incógnito, para recoger fotos y vídeos, sacamos algunas cosas en claro: sus propietarios son una pareja de holandeses del mundo del circo.  Y Dumba vive en un jardín de unos 100 m2 .

 Un espacio minúsculo para una especie acostumbrada a que su territorio pueda ascender hasta 11.000 km2,  por los que se  desplaza cada día.  Un lugar infinitamente inferior a los 2.000 m2   -y los 200m2 interiores- de los que deben disponer los elefantes que viven en cautividad, según la BIAZA (Bristish and Irish Association of Zoos and Aquariums). Además, el espacio debe estar enriquecido, debe suponer un reto positivo para el animal, con estructuras y herramientas que lo motiven a realizar sus comportamientos naturales.

Dumba vive en un espacio sin vegetación de 100m2, rodeado de árboles pero sin acceso a ellos y delimitado por un pastor eléctrico (verja que produce descargas eléctricas).  Una elefanta sola, aislada, y sin más aliciente que la comida, y que está obligada a entrenar frecuentemente con su propietaria, Yvonne Kludsky

La vida laboral de DUMBA

DUMBA se pasa más de la mitad del año trabajando de circo en circo por toda Europa. La utilizan para anuncios de televisión –como el de pikolín-, en otras producciones audiovisuales y como atracción en eventos privados.

Nos pusimos en contacto con Yvonne Kludsky. ¿Realmente creía que DUMBA vivía bien? ¿Pensaba que era seguro para ella y para las personas? Los primeros intercambios de opinión fueron cordiales. En 2010  incluso se trató el asunto en televisión en el reportaje de Cuatro “Peligro, mascotas sueltas”.  

Dumba actuando en 2015 Dumba en 2015

En 2014, el Parlament de Catalunya debatió la prohibición de los animales salvajes en los circos. FAADA participó activamente en el impulso de la prohibición mientras que la Sra. Kludsky fue testigo de los defensores del circo con animales.

Aun así, durante la comisión se puso en duda el bienestar de DUMBA, la labor educativa que realizaba y la ética de sus prácticas de manejo con la elefanta. La sra. Kludsky concedió varias entrevistas, entre ellas una a El Periódico, en la que alegaba que “mis vecinos ya están acostumbrados. Desde hace muchos años vienen niños a ver a Dumba. También vienen personas invidentes, tocarla es una experiencia preciosa para ellos”.

Así supimos que, en efecto, los colegios y casales iban a ver a Dumba, en grupos de 25-30 niños. Que era la atracción de comuniones y cumpleaños. Que los niños se hacían fotos, la tocaban y observaban sus trucos. Ningún tipo de medida de seguridad.

El adiestramiento

Según la sra. Kludsky “adiestrar a los elefantes requiere un proceso: se trata de observar al animal y sacar provecho de lo que pueda hacer de forma natural. Todo se basa en la confianza mutua. Dumba sabe que jamás le pediré que haga una cosa que no sabe hacer”.  Ningún experto ha dictaminado que sentarse en un taburete, bailar o ponerse de pie sobre sus dos patas traseras sean comportamientos  naturales.

El entrenamiento de un animal salvaje consiste en forzar al animal a aprender ciertos trucos que puedan resultar “divertidos” o atractivos para algunos espectadores. Se basa en llevar al animal aun estado de sumisión total basado en la violencia. Para ello se usan palos con pinchos o descargas eléctricas. El humano ordena y el animal sabe que tiene que obedecer o será castigado. La Sra. Kludksy lo admite en otra entrevista: “claro que sus reacciones no son racionales, y de pronto pueden descontrolarse. Según como, la primera vez lo puedes tolerar, pero si el error se repite una segunda o tercera vez, hay que castigarle”. También en el making off del anuncio de Pikolin se ve la presencia del entrenador con una vara.

Evolución y denuncia

En 2014, la salud de DUMBA había empeorado considerablemente, según unas fotos que nos hicieron llegar. Perdió mucho peso  (unos 350-400 kg) y sus estereotipias (movimientos repetitivos) eran cada vez más acusadas y consideramos que ya teníamos prueba suficientes para hacer una denuncia. Lo hicimos y se le realizó  una inspección. La resolución de la Direcció General del Medi Natural dictaminaba únicamente  la implementación de unas medidas para mejorar la seguridad (barrera física, segunda valla perimetral, añadir señal de animal peligroso, contratar seguro de responsabilidad civil, definir plan de emergencia y solicitar permiso de núcleo zoológico). Pero en cuanto a las condiciones de bienestar animal, sólo se le dieron recomendaciones (proporcionar cobijo, acceso a agua y arena y enriquecimiento adecuado a la especie).

2010 2016

Se concedió a los propietarios seis meses para hacer esos cambios, y luego otros seis. Volvimos a presentar una nueva denuncia en la Generalitat. Esta vez pedimos el decomiso urgente, considerando la falta de bienestar físico y psicológico del animal, la falta de seguridad y el hecho de que el elefante asiático es una especie en peligro de extinción según la IUCN, y que está incluida en el Apéndice I de CITES.

En Julio de 2016 seguíamos sin noticias de la Generalitat, así que decidimos de nuevo ir a visitar a Dumba, y ahora nuestros vídeos y fotos, del pasado día 20 de julio, demuestran que Dumba sigue igual, que no se han hecho cambios en sus instalaciones, ni en su forma de vida, ni siquiera en las medidas de seguridad.

Ya nos hemos cansado de esperar cambios. Ahora vamos  a hacer ruido, vamos a presionar públicamente y te vamos a pedir que te muevas por DUMBA. Que compartas su historia. Que nos ayudes a hacerla pública.

Dumba en su domicilio (2016)