Actualidad Barcelona, mayo 4, 2020
Los centros de rescate en Europa operan mayoritariamente gracias a la generosidad de donaciones privadas y, en algunos casos, de entradas vendidas a los visitantes. Sin embargo, con las restricciones adoptadas a causa de la COVID-19 y el cierre completo de los países europeos, los visitantes no pueden desplazarse a los centros.
Los centros de rescate y santuarios ofrecen una vida mejor a los animales que han sufrido en zoos, han sido cruelmente explotados en circos, abandonados por propietarios privados, y confiscados por obtención ilegal y de manos de traficantes sin escrúpulos. Muchos de los centros de rescate participan directamente en la confiscación de los animales y su correspondiente traslado, a menudo atravesando fronteras nacionales. Una vez el animal está siendo atendido en las instalaciones del centro de rescate, sus costes son significantes, incluyendo comida, personal, medicinas, atención veterinaria, adaptación del espacio, mantenimiento y calefacción.
La pandemia solo se ha sumado a una situación ya difícil en la que el alojamiento para animales salvajes incautados, confiscados o entregados era muy limitado, y los centros de rescate sufrían una falta crónica de consideración y financiación. A largo plazo, la interrupción de la COVID-19 en la economía de los países y en los ahorros de las personas podría empeorar la situación.
Desde Eurogroup for Animals, FAADA y sus demás miembros que llevamos a cabo actividades de rescate, estamos uniendo fuerzas con EARS, la Alianza Europea de Centros de Rescate y Santuarios, para pedir apoyo a los/as ciudadanos/as.
Te dejamos un listado de organizaciones o centros de rescate en tu país para contactarles y ver cómo les puedes ayudar.
Estos animales ya han sufrido bastante. Por favor ayúdales a superar la crisis de la COVID-19.
Foto: Eurogroup for Animals
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