Actualidad Barcelona, enero 13, 2021
Tailandia es uno de los principales países del mundo exportadores de leche de coco: solo el año pasado se exportaron unos 12.300 millones de bahts (más de 300 millones de euros) de este producto.
Y para la recolección de cocos, sobre todo en árboles muy altos, un gran número de granjas tailandesas utilizan monos como “mano de obra”. Estos animales son arrebatados de su hábitat natural cuando todavía son unas crías, son entrenados para recolectar cocos, viven constantemente atados por el cuello e incluso se llega a sacarles los dientes para que no puedan morder y defenderse.
El pasado mes de julio la organización de defensa animal PETA denunció esta explotación y maltrato por parte de la industria tailandesa del coco. Pero las autoridades locales aseguraron que ya “casi no existía” el uso de monos en este sector y aseguró que las imágenes publicadas por PETA estaban manipuladas. Así mismo, los fabricantes indicaron que se realizaban inspecciones periódicas en las granjas y que el empleo de monos era una práctica residual en el sector.
Ahora, seis meses después de esta primera denuncia, investigadores de PETA Asia han vuelto a Tailandia y han podido documentar en vídeo que los fabricantes y el gobierno tailandés están mintiendo al público y a los importadores sobre el uso de monos, que continúan siendo explotados por la industria. Las granjas ocultan a los monos hasta que los auditores se van y compran animales sin registrarlos, a pesar de que el registro sea un requisito legal.
De las 14 granjas de cocos que los investigadores de PETA Asia habían visitado en 2020, la mitad siguen utilizando monos. En cuanto al resto, debido a que los granjeros pueden emplear a contratistas para que traigan monos solo durante la época de la cosecha, es casi imposible saber si siguen o no empleando a estos animales.
Después de la primera denuncia de la organización, la marca de leche de coco Chaokoh había publicado un informe afirmando no haber encontrado monos en las granjas de sus proveedores, afirmación respaldada por el embajador de Tailandia en EEUU y la Asociación de Procesadores de Alimentos de Tailandia. Pero este informe de Chaokoh tan solo citaba inspecciones a menos del 8% de las granjas con las que trabaja. Además la marca anunciaba sus visitas por anticipado a los granjeros, que tenían por lo tanto todo el tiempo de ocultar a los animales. Así mismo uno de los granjeros que accedió a hablar con PETA, confirmó a los investigadores que los representantes de Chaokoh no les habían pedido que dejaran de usar monos.
Con esta nueva información, PETA está actualmente presionando a Kroger, Albertsons, Publix y otras marcas importantes de EEUU, para que reconsideren su relación con Chaokoh. Por otro lado, más de 26.000 tiendas, incluidas las cadenas Wegmans, Costco, Walgreens, Food Lion y Stop & Shop ya han prohibido las marcas de leche de coco que utilizan cocos recogidos por monos.
Fuente y foto: La Vanguardia
Foto: PETA Asia
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