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Ferming: ¿pueden las granjas de fermentación poner fin al consumo de animales?

Actualidad Barcelona, febrero 3, 2021

Ferming: ¿pueden las granjas de fermentación poner fin al consumo de animales?
La empresa Solar Foods pretende acabar con la ganadería industrial creando alimentos con tres elementos: aire, electricidad y bacterias. Te explicamos en qué consiste este proceso.

La empresa finlandesa Solar Foods tiene un objetivo muy ambicioso: acabar con la ganadería industrial creando alimentos con tres elementos: aire, electricidad y bacterias. Tal y como indica su CEO, Pasi Vainikka, las granjas de fermentación, con la excepción de algunas texturas muy específicas (la de las manzanas y de las fresas, por ejemplo), pueden llegar a reemplazar la mayoría de componentes de nuestro sistema alimentario que en la actualidad generan preocupación medioambiental.

Solar Foods pretende desconectar la producción de alimentos de la agricultura: la carne, la leche y el consiguiente cambio en el uso de la tierra son un problema, y pueden ser reemplazados. El 'ferming' es de hecho un nuevo término que pretende imponerse al 'farming'. Entre otras muchas cosas, significa cambiar las granjas de animales por las granjas de fermentos de precisión, y pasar de la proteína animal a la proteína electrónica.

Sí, porque el objetivo último de Solar Foods es precisamente alimentar con éxito a los 9.100 millones de personas que habitarán la tierra en 2050, según datos oficiales de la FAO, es decir un 34% más de la población actual.

La hoja de ruta de la empresa es ambiciosa. Entre 2021 y 2022, inaugurarán la primera planta capaz de poner al mercado 50 millones de comidas por año, y estiman llegar a los 2.000 millones de comidas anuales antes de acabar 2023.

La implantación del ferming supondría liberar la tierra de la agricultura intensiva, acabar con la explotación y el sacrificio de billones de animales cada año, con la deforestación masiva de los bosques y dejar de contaminar los ríos con los excrementos de los animales de granja.

Pero que no cunda el pánico: desde Solar Foods no se proponen que las personas empiecen a comer polvo o píldoras, es el ingrediente proteico (que ya está en todas partes hoy en día) lo que se remplazará y permitirá ofrecer a los consumidores el mismo sabor y textura de antes.

¿Cómo? Pues el 'ferming' implica poner los microorganismos en un biorreactor, añadirles CO2 (dióxido de Carbono) y burbujas de H2 (hidrógeno), que se generan al aplicar electricidad a una masa de agua, produciendo así la fermentación. Los microorganismos dan lugar a la proteína: esta proteína final, denominada unicelular, y que será diferente en función del microorganismo que se emplee para su obtención, se debe someter a secado para obtener el polvo que se empleará como aditivo o como base para preparar “carne o pescado cultivados”.

Solar Foods estima que para el 2025 el coste de producción pueda reducirse y así equipararse su precio al de la soja. Pero lo cierto es que hay algunas cuestiones de este proceso que no son tan simples y hay que abordar con precisión: el sustrato por ejemplo, que hay que seleccionar para que el producto final sea exactamente el que se busca, y que es crítico en todos los procesos biofermentativos.

La apuesta de la empresa es utilizar subproductos de la industria alimentaria, o al menos co-productos, como melazas o harinas, para causar el mínimo impacto ambiental posible (reducir la huella de CO2). El uso de levaduras y hongos para la producción de proteína alternativa de uso alimentario está aprobado desde hace años.
De hecho, una empresa especialista en este proceso es QUORN, cuyos productos se basan en micoproteína, es decir, proteína obtenida de hongos, en concreto del Fusarium.

Se trata pues de un proceso parecido, pero en el caso del Ferming la novedad está en que los microorganismos que se emplean son las bacterias, cuyo uso para productos alimentarios aún no está aprobado y, por este mismo motivo, parece que aún tendremos que esperar. Además, tal y como ocurre en el caso de la carne cultivada, lo cierto es que los mecanismos de producción a gran escala aún deben acabar de definirse.

En definitiva, desde FAADA quedamos pendientes de las novedades sobre las granjas de fermentación y sobre cualquier alternativa a la explotación animal y, como siempre, os mantendremos informados/as.  

Fuente: La Vanguardia

 

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