Actualidad Madrid, febrero 18, 2025
Desde el 2 de enero de 2025, los/as veterinarios/as de España deben registrar cada prescripción de antibióticos en PRESVET, una plataforma digital estatal. Aunque su intención es reducir el uso abusivo de estos medicamentos, su aplicación ha generado un caos administrativo en las clínicas. Por ejemplo, si un animal con diarrea necesita un antibiótico clasificado solo para problemas respiratorios, el sistema impide la receta, incluso cuando la evidencia científica avala su efectividad.
A esto se suman los fallos técnicos de PRESVET —como la imposibilidad de acceso con ciertos certificados digitales— y la falta de claridad sobre cómo se evaluará el “criterio clínico” en futuras inspecciones, lo que genera incertidumbre y frustración entre los profesionales.
Esta normativa, originalmente pensada para la ganadería, se ha convertido en un obstáculo para la atención veterinaria de los animales de familia. Si bien la resistencia antimicrobiana (RAM) es un problema grave que causa 35.000 muertes al año en Europa y está relacionada con enfermedades de origen animal, ¡los datos muestran que el uso de antibióticos en animales de familia representa menos del 1% del total en veterinaria!
Las clínicas veterinarias deben poder suministrar los tratamientos completos sin verse obstaculizadas por un sistema que prioriza el control burocrático sobre la salud. Solo así se evitará la automedicación, el desperdicio de medicamentos y, lo más importante, se garantizará una atención rápida y eficaz para los animales que la necesitan.
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