Lípex, de perro de caza a perro de casa

La de Lipex es una historia muy común entre los perros de caza. Desde el mismo momento en que nació se le trató como una herramienta, no como un ser vivo hasta que dejó de ser útil y su dueño le abandonó. Cada año decenas de miles de perros de caza son abandonados, asesinados, o dejados en refugios, los más afortunados. La caza provoca la muerte de más de 30 millones de animales anualmente.

Muchos de los perros de caza llegan a los refugios malheridos de bala, deshidratados o desnutridos. Este fue el caso de Lípez, que vivió en condiciones muy duras. Cuando lo abandonaron, estuvo mucho tiempo vagando por un pueblo, herido y en peligro constante. Afortunadamente, fue rescatado y llevado al refugio de la APAP Alcalá en la província de Madrid.

Los primeros días fueron muy difíciles. Con el miedo en el cuerpo, no se acercaba a nadie, desconfiaba, observaba en la distancia y veía como sus compañeros recibían mimos y caricias -además de comida de forma regular- cosas de las que él nunca había disfrutado, cosas que ni conocía.

Poco a poco Lipex fue acercándose a sus cuidadores y superando sus miedos. Ahora no sólo se deja acariciar, besar y achuchar, sino que además le encanta. Lipex necesita una familia que le haga sentir lo que es, un perro especial.

¿Quieres ser tu? Si estás interesado en conocerle puedes contactar con el refugio de la APAP Alcalá a través del correo electrónico padrinos@apap-alcala.org o través del teléfono 639100008.