Actualidad Barcelona, noviembre 16, 2015
Al revés, con la nueva propuesta un mayor número de personas podrá observar a los animales durante un número de horas más elevado. Ex adiestradores de cetáceos, como Albert López -entrenador de la orca Ulises- opinain que "los cambios pueden suponer un mayor estrés para los animales".
El comunicado de Zoo Barcelona publicado en la página web, explica que si hasta ahora sólo se podía ver a los delfines en las 2 o 3 sesiones diarias de espectáculos, con el cambio de gestión se construirá una plataforma con capacidad para 100 personas para que el público pueda observar de manera ininterrumpida a los animales.
Los espectáculos dejan de llevarse a cabo puntualmente para adoptar un modelo de gestión, según el zoo de Barcelona, “continuado” en que los cuidadores seguirán mostrando las características de estos animales, sus actividades de entrenamiento y ofreciendo las explicaciones “como hasta ahora”. La colacición de entidades SOSdelfines -en la que se encuentra FAADA- cuestiona si de esta manera el los deflfines se van a ver sometidos a situaciones de estrés duante mucho más tiempo que antes.
El parque no indica si se pretenden ampliar las instalaciones tal y cómo se planteaba el centro en marzo de 2014. Según declaraciones a los medios, estas medidas se toman “a la espera de la construcción de un delfinario más grande” pero no se especifica los plazos.
Desde el parque, no se menciona si continuarán los programas de cría en cautividad o si planean poner fin a la importación de ejemplares para mantener o aumentar su grupo actual. Estos dos puntos resultan inaceptables para SOSdelfines.
SOSdelfines lamenta que el Ayuntamiento de Barcelona no haya aprovechado la voluntad de cambio para terminar con el delfinario y colocar Barcelona en una posición pionera en la protección de los animales. Así se ha hecho en Tampere, en Finlandia, que cerrará su delfinario definitivamente debido a "la falta de público y a la creciente sensibilización contra la cautividad de los cetáceos".
La situación en Europa
En la Unión Europea, Chipre, Eslovenia y Croacia han prohibido el cautiverio de cetáceos. Suiza ha prohibido su importación y la creación de nuevos delfinarios y otros países, como Reino Unido, Noruega o Polonia, establecen unos estándares tan estrictos en cuanto a las condiciones que deben cumplir, que no existe ninguno. Otros países que no disponen de legislación al respecto, como Islandia o Austria, han denegado permisos para su instalación.
Algunos medios equiparan esta decisión a la tomada recientemente por el parque SeaWorld de California. Sin embargo, este centro se ha limitado a declarar que dejarán de realizar actuaciones “circenses” con sus animales aunque siguen considerando saltar y salpicar a los espectadores como “comportamientos naturales”.
Al menos 32 delfines han muerto en las instalaciones del zoo de Barcelona -presentando una tasa de mortalidad mayor que otros centros.