Actualitat Phnom Penh, juliol 5, 2021
El 27 de junio, las autoridades de Camboya decomisaron un león del domicilio de un ciudadano de nacionalidad china en uno de los barrios más ricos de la capital del país, Phnom Penh. Fue el mismo Ministerio de Medio Ambiente que decretó su comiso ya que, tal y como ha explicado Neth Pheaktra, portavoz del Ministerio, “Según la ley, los particulares no tienen derecho de criar animales salvajes en casa. Estas especies deben poder vivir en la selva”.
Según explicó el mismo Pheaktra, las autoridades descubrieron la existencia del león el pasado mes de abril cuando su propietario publicó varios vídeos del animal, que en aquel entonces todavía era una cría, en TikTok. Más adelante, un usuario de Twitter también publicó una imagen grabada del aire en el que se veía al animal dando vueltas por el jardín de la casa.
El decomiso se ha realizado en colaboración con la organización Wildlife Alliance, que ya ha podido llevar el león a un refugio de recuperación de fauna salvaje. Tras un examen físico, la entidad ha informado que al león, de un año y medio de edad, se le han arrancado los caninos y se le ha desungulado. La desungulación, no es un simple “corte de uñas”, sino una mutilación muy invasiva que implica la eliminación de las garras del felino mediante una operación quirúrgica. Se trata de un procedimiento complicado ya que consiste en amputar la última falange del dedo del animal, base del tendón retráctil y lugar del nacimiento de la uña. A través de esta operación, las uñas que el felino habría utilizado a lo largo de su vida para rascar, jugar, caminar, ayudarse a comer y defenderse, desaparecen para siempre. Podemos decir que sería como someter a una persona a la amputación de la primera falange de todos los dedos de sus manos.
Sin garras, los felinos no pueden arañar y eso tiene unas graves consecuencias: sus hombros y la parte superior de la espalda se debilitan poco a poco ya que arañar es la principal actividad que los mantiene fuertes. La experiencia completa de arañar es además un potente relajante para estos animales, y para su bienestar y correcto desarrollo no se les debería privar de ella. La desungulación obliga a los animales caminar de forma totalmente antinatural para evitar el dolor o por la falta de articulaciones, algo que les puede causar tensión en las patas y dolor a largo plazo. En algunas ocasiones además, se producen malformaciones e incluso cojera como consecuencia de una incorrecta amputación de la falange y del hecho que la uña siga creciendo de forma irregular.
Actividades como escalar, mantenerse en superficies estrechas y cavar se vuelven difíciles o imposibles y los juegos se ven reducidos. Todo esto tiene también un impacto psicológico en los animales ya que la imposibilidad de llevar a cabo estas tareas les suele provocar ansiedad, angustia y miedo. En resumen, la desungulación provoca en mayor o menor medida infecciones en las falanges, problemas articulares, esqueléticos, óseos y musculares y dificultades al andar.
¿Y entonces… porqué se sigue llevando a cabo esta operación? Porqué los grandes felinos son animales salvajes e impredecibles. E inclusos esos “propietarios” y entrenadores que alegan querer a sus animales y haberlos criados como fueran sus hijos, saben que sería demasiado peligroso interactuar con ellos sin antes haberles mutilado.
Desde FAADA aplaudimos la decisión del Ministerio de Medio Ambiente de Camboya. Así mismo, pedimos a los/as usuarios/as de las redes sociales que nunca den ME GUSTA a vídeos e imágenes de este tipo, y que se informen sobre cómo denunciar un maltrato animal en RRSS.
Cómo denunciar un caso de maltrato animal en redes sociales
Fuente: 324
Foto: Ministerio de Medio Ambiente de Camboya
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