URGENTE: la reforma del Código Penal pone en peligro la penalización del maltrato animal

En las últimas semanas hemos hablado mucho de la enmienda presentada por el PSOE para excluir a los perros utilizados en la caza de la Ley de Protección Animal. Pero la Reforma del Código Penal en materia del delito de maltrato animal (la cual se está tramitando paralelamente a la ley) también conlleva importantes riesgos. Desde FAADA queremos poner el foco en esta reforma, analizando cuáles son los principales problemas del texto aprobado por el Consejo de Ministros.

¿De dónde nace esta reforma?

Desde hace varios años, distintos operadores jurídicos han venido alertando sobre la necesidad de reformar el código penal con el objetivo de modificar numerosos problemas que dificultan la persecución de los delitos de maltrato animal.

Con la creación de la Dirección General de Derechos de los Animales (DGDA) y su iniciativa de poner en marcha la ley estatal de protección animal, nació también la oportunidad de reformar el código penal en este sentido. Sin embargo, la reforma de dicho texto legal compete al Ministerio de Justicia y en la práctica, las negociaciones de reforma con la DGDA, han resultado ser más complejas de lo previsto, dando lugar a un texto notablemente deficiente que pone en riesgo la efectiva penalización del maltrato animal.

¿En qué fase se encuentra la reforma del Código Penal?

El texto inicial ha pasado por varias fases de información pública en la que operadores jurídicos de todos los ámbitos hemos realizado numerosas aportaciones. Si bien es cierto que muchos puntos conflictivos han conseguido modificarse tras las propuestas de profesionales del derecho expertos en la materia, el pasado mes de agosto, se aprobó por el Consejo de Ministros un texto que, lejos de avanzar en la persecución del maltrato animal, retrocedía 30 años en la punición de dicho delito.

Actualmente, los partidos políticos tienen la posibilidad de plantear enmiendas al texto aprobado por el Consejo de Ministros, las cuales serán votadas posteriormente en el Congreso de los Diputados para continuar el trámite de aprobación de legislativa, siendo previsto que el nuevo texto entre en vigor en enero de 2023.

Principales problemas de la reforma

• Se sustituye la pena única de prisión por un sistema de penas alternativas. La actual reforma ha introducido alternativamente a la pena de prisión una pena de multa para sancionar el delito de maltrato animal. Este hecho, es altamente contraproducente ya que permite al juez optar entre una multa y una pena de prisión que no supera los dos años de cárcel, por lo que difícilmente será cumplida.
  Además, paradójicamente las multas económicas recogidas en las leyes autonómicas de protección animal, son más cuantiosas que las que se pretende imponer en el ámbito penal.
  De esta manera, se plantea un panorama en el que la pena que llevará aparejada el delito de maltrato animal, será más leve que la que se impone actualmente, al castigarse únicamente con pena de prisión. Esto provocará, por un lado, que la pena impuesta ejerza los efectos disuasorios que se pretenden, por otro lado, la impunidad de los condenados y finalmente, la inacción de los operadores jurídicos, que ante una pena tan laxa sufrirán una desmotivación para la persecución de estos delitos.
• No se penaliza el maltrato de obra. El actual artículo 340 bis del anteproyecto de reforma del código penal exige que el maltrato ejercido sobre un animal le genere un resultado lesivo, relegando todas aquellas acciones que no produzcan lesiones, al ámbito administrativo, e impidiendo que sean tipificadas como delito.
  Debemos resaltar que actualmente este tipo de acciones sí pueden ser condenadas por el código penal, a través del artículo 337.4 siempre y cuando concurra el elemento de crueldad.
• El delito de abusos sexuales exige una vinculación necesaria a la provocación de una lesión. La redacción actual del código penal únicamente sanciona la conducta lesiva, por lo que cualquier acto de carácter sexual ejercido sobre un animal al que no se provoque una lesión física, quedará despenalizado. Esto supone un nuevo retroceso con respecto al sistema actual, donde la explotación sexual no exige la provocación de un menoscabo grave para la salud de los animales.
• Para el delito de abandono se introduce la opción de los trabajos en beneficio de la comunidad. Hasta ahora, el código penal viene castigando al que abandone a un animal doméstico en condiciones en que pueda peligrar su vida o integridad, con la pena de multa de uno a seis meses, pudiendo el juez imponer también la pena de inhabilitación especial de tres meses a un año.
  En el texto propuesto para la reforma del código penal, sin embargo, se ha introducido la capacidad de imponer alternativamente trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días.
  Pese a que los trabajos en beneficio a la comunidad pueden parecer un aspecto beneficioso, la realidad actual es que la administración no dispone de medios suficientes para gestionar dicho proceso. Esto, en la práctica, conlleva que los trabajos en beneficio a la comunidad no se cumplen y que, de optarse por esta medida, muchos abandonos quedarán impunes.

Debemos ser conscientes de que, si sale a delante el texto actualmente aprobado en el Consejo de Ministros, lejos de avanzar, estaremos retrocediendo 30 años en la penalización del delito de maltrato animal.

Por este motivo, durante la fase de consulta pública previa del proyecto de reforma de la legislación penal en materia de maltrato animal, nuestro departamento legal realizó numerosas aportaciones con el objetivo de mejorar un texto nada favorable para la protección animal. Asimismo, en esta última fase del proceso de tramitación del Anteproyecto de Reforma del código penal, desde FAADA hemos mantenido conversaciones con los distintos partidos políticos y les hemos hecho llegar nuestras propuestas de enmiendas, con la finalidad de solventar las graves incongruencias que presenta el texto.