Actualitat Leioa, setembre 8, 2008
Un juzgado de Getxo ha condenado a un vecino de Leioa a pagar 360 euros de multa por un caso de maltrato de animales. La magistrada ha tomado esta decisión tras considerar que Jesús María Unanue mantenía a sus mascotas atadas a un carrito de la compra, en la terraza de un tercer piso situado en la calle Aldekoane. La situación se prolongó durante nueve meses, un tiempo en el que los animales «se mantuvieron sin salir a la calle y rodeados de sus propios excrementos».
Según estima la sentencia, los animales estuvieron en una «situación de abandono que hacía peligrar sus vidas», ya que soportaron temperaturas de extremo calor y frío, a la intemperie. Pese a que el imputado negó los hechos denunciados por Provida Animal, la sala ha estipulado la existencia de maltrato y ha impuesto 30 días de multa a razón de 12 euros por día. En el caso de que no abone el dinero, se procederá a realizar un arresto de «un día de privación de libertad por cada dos cuotas diarias no satisfechas, que podrá cumplirse mediante localización permanente», según recoge el fallo.
La denuncia la interpuso la asociación mencionada en la comisaría de la Ertzaintza de Erandio el pasado 21 de noviembre de 2007. Unos vecinos se habían quejado del hedor proveniente del balcón en el que estaban los perros y de la plaga de pulgas que se había extendido a otras viviendas del bloque. La jueza da por sentado «la falta de limpieza y cuidados» de los dos animales y, en este caso, determina que han sido claves las fotografías que se presentaron como prueba en el juicio penal por faltas. En las imágenes se observaban heces en la terraza y dos perros jóvenes amarrados en corto en el balcón.
«Este tipo de sentencias son un poco leves, porque al final se acaba pagando con un poco de dinero. Pero también son importantes para que la gente sepa que está penado maltratar a un animal, una cuestión que ni es gratuita ni es normal». Según opina el secretario de la asociación denunciante, Kepa Lozano, «lo ideal es rehabilitar» a los infractores, aunque «lo fundamental es educar y que quien tenga animales conozca sus derechos y sus deberes».
Casos difíciles
La presidenta de la agrupación pide la creación de centros de acogida para estos casos, «ya que los centros de que dispone la Diputación no están preparados para recibir a estos animales». Loli Esteban recuerda que una denuncia puede suponer una multa al propietario, pero la mascota decomisada sale peor parada.
«La mayoría de los decomisos terminan así, con un animal al que le aplican la eutanasia tras sufrir malos tratos». Por eso esperan que la sentencia de Leioa siente jurisprudencia, ya que es muy difícil demostrar el maltrato «al ser necesario aportar pruebas, y pillar a la persona que lo hace en ese momento es casi imposible».
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