Actualitat Tórshavn, juny 20, 2025
El pasado 12 de junio de 2025, la bahía de Leynar, en las Islas Feroe, volvió a teñirse de rojo. En una nueva matanza autorizada bajo la tradición local conocida como Grindadráp, 246 ballenas piloto fueron brutalmente asesinadas, incluyendo al menos 30 hembras embarazadas y un número no determinado de crías.
Durante más de una hora, los animales fueron acorralados y perseguidos por embarcaciones motorizadas hasta ser forzados a entrar en aguas poco profundas. Una vez allí, fueron arrastrados hacia la orilla mediante ganchos de metal clavados en sus orificios respiratorios, una de las zonas más sensibles de su cuerpo.
Las impactantes imágenes recogidas por Sea Shepherd Global muestran escenas desgarradoras: ballenas luchando desesperadamente por sus vidas mientras el mar se tiñe de sangre. La matanza duró aproximadamente media hora, en la que muchos animales murieron desangrados o asfixiados.
A lo largo de los años, desde las organizaciones de protección animal de todo el mundo, hemos denunciado el sufrimiento extremo que provocan estas prácticas, así como la falta de justificación ética, científica o cultural. La tradición no puede ser excusa para perpetuar actos de crueldad.
Las ballenas piloto son seres profundamente sociales, con estructuras familiares fuertes, vínculos afectivos duraderos y capacidades cognitivas que se asemejan a las de los grandes primates. Son capaces de sentir dolor, miedo, angustia y pérdida. Esto hace aún más inaceptable el tormento al que son sometidas en estas cacerías.
A pesar de la creciente condena internacional, el gobierno de las Islas Feroe sigue permitiendo esta barbarie. Por eso, volvemos a exigir la prohibición inmediata de la caza de delfines y ballenas piloto.
Fuente y foto: Sea Shepherd
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