Conscienciació maig 27, 2019
Al menos 143 millones de codornices son criadas en la EU para la producción de carne y huevos. Muchas de ellas se mantienen en jaulas en las que no pueden desarrollar sus comportamientos básicos.
Quizá uno de los peores problemas de bienestar para las codornices enjauladas tenga que ver con su respuesta innata al miedo. Cuando están en peligro, las codornices utilizan un vuelo rápido ascendente para escapar. Esta respuesta se desencadena fácilmente en los sistemas de jaula, por ejemplo, cuando entra gente en los establos, y puede provocar lesiones ya que las aves golpean la parte superior de la jaula con la cabeza.
Al igual que con las gallinas ponedoras, el movimiento de las codornices en las jaulas queda gravemente restringido y pueden experimentar frustración extrema. No pueden desempeñar la mayor parte de sus comportamientos naturales, incluido correr, darse baños de arena y procurarse alimento.
En la actualidad no hay ninguna legislación específica para la especie que proteja a las codornices de granja. Se aplican la Directiva General sobre Granjas de la UE y las legislaciones en materia de bienestar específicas de los países, pero estas legislaciones no proporcionan ninguna protección específica para las codornices, lo que significa que se siguen utilizando de forma rutinaria jaulas vacías en batería.
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