Consejos Barcelona, agosto 1, 2015
¿Has decidido hacer un viaje en coche con tu animal de compañía estas vacaciones? Tranquilo, tu compañero está perfectamente preparado para ir contigo. Sólo tienes que planificarlo un poco y tener en cuenta unos pequeños trucos para que el viaje sea agradable y seguro para todos. Aquí te explicamos cómo.
Es imprescindible que esté identificado con microchip y dado de alta en el archivo que le correponda. Asegúrate de que los datos sean correctos. También es bueno que lleve un collar resistente, con una placa que contenga tu dirección y número de teléfono. Lleva también una foto actualizada.
Antes de emprender un viaje largo, es interesante habituar al perro al vehículo (si no lo está). Unos días antes, haz pequeños trayectos con él a destinos agradables: un parque, un paseo, etc. Su mente funciona por asociación, no debe recordar que sólo se sube al coche para ir al centro veterinario, a la peluquería o a algún sitio que no suponga un buen recuerdo para él.
Si tu animal no está acostumbrado a viajar en coche, es aconsejable no darle de comer al menos durante unas cinco horas antes de salir. Evitarás vómitos y mareos.
A la hora de viajar, ten en cuenta que tu animal tiene que ir seguro. Si es de tamaño pequeño, lo mejor es un transportín en el asiento trasero y el transportín asegurado con un cinturón de seguridad para que no se pueda desplazar.
Si es un perro grande, puede ir con un arnés de doble sujeción en el asiento (ocupa el lugar de una persona) o en el maletero si has puesto una reja de separación o va en un transportín. Sólo debe ir en el maletero si se trata de un coche con el maletero integrado. Ten en cuenta, sin embargo, que puede ser que el aire acondicionado no llegue al maletero, con lo cual será aconsejable viajar por la noche o en horas de poco calor y parar cada dos horas para que el animal se refresque, beba y se depeje un poco.
Si puedes, viaja en las horas de menos calor. También es importante respetar los biorritmos del animal y parar durante el trayecto para que pueda estirar las patas y beber. Para ello, mantén a mano el cuenco de agua.
Si tu perro es nervioso, puedes poner música relajante y suave. Si ladra, no le grites, demuéstrale que estás a su lado y dale contacto, sin agobiarlo ni ignorarlo.
Si tu perro muestra una fobia muy evidente al coche, un estado muy ansioso o no para de ladrar, consulta con un educador canino o un etólogo. El motivo de su comportamiento siempre tiene una explicación lógica.
Para más información puedes consultar nuestra guía de viaje en Turismo Responsable.
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