Consejos Barcelona, junio 23, 2016
El miedo a los petardos es uno de los más difíciles de combatir porque se trata de un estímulo muy desagradable pero imprevisible, que se repite en el tiempo sin ninguna pauta lógica. Y lo que es peor: el animal no tiene tiempo de descanso suficiente entre cada uno de los petardos para que se pueda producir el aprendizaje necesario para superar el miedo. ¿Quieres saber cómo ayudarle? Aquí te damos algunas pistas.
En primer lugar se trata de una cuestión de sensibilidad del oído. Un sonido que pase de los 20.000Hz (agudo extremo) es inaudible para los humanos, pero los perros pueden oír hasta 60.000Hz. A esto hay que añadir que su sistema de percepción se basa en la asociación, con lo que un ruido muy elevado que no se espera se asocia a un posible peligro inminente. Siente que su supervivencia está amenazada.
Así, el proceso de generación del miedo es más o menos el siguiente: suena un primer petardo, el perro o gato se altera y aumenta su adrenalina en la sangre, además de los niveles de dopamina, noradrenalina, cortisol y otras hormonas que preparan para la acción. El mecanismo del estrés ya se ha disparado. Antes de que haya pasado suficiente tiempo para que disminuya y se calme, se oye el segundo petardo. El animal reacciona mucho más porque el organismo ya estaba activado. Y así sucesivamente, con lo que el estado de estrés va aumentando y llega un momento en que ya es casi imposible de parar hasta que cesan los petardos.
No le automediques. Tu veterinario es la única persona que está capacitada y autorizada para recetar medicamentos. Los animales no responden a los fármacos de la misma manera que los humanos y un medicamento que puede ser seguro para los seres humanos puede ser fatal para tu perro o gato. O provocarle el efecto contrario al que deseas. Valora si necesita mediación con ayuda de un profesional.
Además, existen muchas soluciones en el campo de la medicina natural que no tienen efectos secundarios, como las flores de Bach (hay que darlas mínimo dos días antes) como Rescate, o Remedio Rescate+Rock Rose o remedios naturales como Kalm Aid, Valeriana o Melissa.
Asesórate apropiadamente antes de administrarle cualquier sustancia.
A largo plazo, es aconsejable contactar con un educador canino o un etólogo para tratar de reconducir conductas de miedo a los petardos. Existen diferentes técnicas para eliminar los miedos y las fobias, pero deben aplicarse de forma gradual.
Lo ideal es que el animal llegue a entender que los petardos son desagradables pero no suponen un peligro y que aprenda a no sobrereaccionar frente a ellos.
¿Quieres apoyar nuestro trabajo? Ayúdanos a seguir: HAZTE SOCIO
Colabora por tan sólo 1€ al mes: HAZTE TEAMER
Recibe nuestro newsletter: SUSCRÍBETE AQUÍ