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Gestión de poblaciones - Gatos ferales o comunitarios

Animales implicados

Gatos

Alcance de la problemática

Internacional

Ámbito de actuación de FAADA

Cataluña

Descripción

Los ancestros de los actuales gatos domésticos (Felis catus) comenzaron a separarse de las líneas salvajes hace entre 13.000 y 10.000 años. Los primeros registros históricos sobre el gato doméstico proceden del antiguo Egipto (alrededor del año 3.000 a.C.). La adoración de los egipcios hacia el gato tiene probablemente su origen en el “servicio” que éste hacía a la sociedad, limpiando los graneros de roedores y protegiendo las cosechas.

Los gatos comunitarios son animales domésticos de compañía, tal y como lo son los gatos con los que convivimos en nuestros hogares. Los gatos comunitarios están vinculados a un territorio y tienen diferentes grados de socialización con humanos, aunque suele ser mínimo o nulo, hecho que les permite sobrevivir en condiciones adversas.

Actualmente la presencia de colonias felinas son una realidad en todos los pueblos y ciudades, y la convivencia puede provocar conflictos que las administraciones deben saber gestionar. Como en casi todo, nos encontraremos partidarios y detractores de los felinos. Personas que los cuidan, alimentan o simplemente que los respetan, y otras a las que, en cambio, les incomoda su presencia.

Existen varias formas de gestionar las colonias felinas, aunque no todas ellas son igual de acertadas. Así pues, ante la queja de vecinos por la presencia de gatos comunitarios, las administraciones, por falta de información, deciden reubicarlos en otro punto del municipio o bien ingresarlos en un centro de acogida.

Esta última opción ataca directamente contra el bienestar de los gatos comunitarios, debido principalmente a su socialización y comportamiento. Además, tiene un elevado coste, tanto de recursos humanos como económicos. Ya que para que esta opción sea efectiva se requiere la recogida constante de los animales y su mantenimiento en instalaciones habilitadas, con los correspondientes gastos de alimentación, atención veterinaria, etc. Y, por ejemplo, en el caso de Catalunya o Madrid donde está prohibido el sacrificio en los centros de acogida, se les tendrá que mantener de por vida, ya que los gatos comunitarios no son aptos para entrar en programas de adopción. Así pues, lo gatos adoptables que si tienen cabida en dichos centros de adopción no podrán tener esa oportunidad quedando desamparados porque esa plaza se destinó a un gato comunitario no adoptable que estará encerrado de por vida, con lo que nos llevará a un colapso del sistema de recogida ya de por sí muy comprometido.

Reubicar a los animales retirándolos de su zona para dejarlos en otro punto tampoco da resultados, pues el gato es un animal territorial que tiene fuertes lazos con el lugar que habita y hará todo lo posible para intentar volver a su territorio. Para conseguirlo no dudará en caminar kilómetros y cruzar todas las vías y calles que se encuentre por el camino, pudiendo provocar accidentes a los propios gatos o accidentes de tráfico.

En todas estas opciones donde los gatos se eliminan (de la forma que sea) de un territorio, hemos de tener en cuenta el efecto vacío. Los estudios realizados han demostrado que eliminando las poblaciones de gatos de un espacio se provoca la apertura de este territorio a nuevos individuos de zonas vecinas que ocuparán el mismo para aprovechar los recursos que han quedado disponibles.

Programa CER

El CER (captura, esterilización y retorno) es el único sistema realmente eficaz para solucionar los problemas ocasionados por los gatos de la calle, ya que hace incidencia sobre su esterilización para frenar el aumento descontrolado de nacimientos. Este programa asegura una gestión ética de la colonia y permite mejorar la calidad de vida de los individuos.

Una vez el animal se ha esterilizado, se le hace una marca con un pequeño corte en la oreja en forma de v para poder identificarlo: a las hembras se les realiza en la oreja derecha y a los machos en la izquierda.

El veterinario y la entidad o administración responsable debería elaborar un protocolo de actuación en las colonias, teniendo en cuenta el número de animales y los recursos económicos. Al animal se le tendría que realizar un examen físico, comprobar si está identificado, ya que muchos gatos de particulares vagan sin control sobre todo en los pueblos, se le debería esterilizar y realizar el corte en oreja. Así mismo, también es muy recomendable la vacunación y desparasitación tanto interna como externa.

  1. Examen físico.
  2. Comprobación de identificación.
  3. Esterilización con pequeño corte en la oreja.
  4. Vacunación y desparasitación.
  5. Retorno a la colonia de los no adoptables.

Es muy importante que el CER se lleve a cabo con la intensidad y la duración en el tiempo adecuada. En concreto, es necesario alcanzar una tasa de esterilización alta, alrededor del 70-80% de los gatos de la colonia, para que se produzca la estabilización y posterior disminución del número de individuos de la colonia.

Este procedimiento además supone una mejora en la salud de los animales y en la convivencia con los vecinos, ya que reduce las molestias causadas por los ruidos de las peleas, el celo de las gatas, los malos olores y los marcajes provocados por los machos no castrados (ya que dejan de segregar hormonas sexuales que son la que provocan los olores fuertes), etc.

Por otro lado, acompañando al programa CER, se producen otras acciones que ayudan a mejorar la gestión de las colonias. Principalmente, el método CER se acompaña de una correcta alimentación de los gatos de la colonia, que complementa la mejora de la salud de la colonia. También se acompaña de la adopción de crías de gatos donde puede haber una buena sociabilización, y de los gatos sociables que en la mayoría de las ocasiones han sido abandonados en la misma colonia, con lo que también se consigue disminuir el número de gatos de la zona.

Test de inmunodeficiencia y leucemia felina (FIV-FeLV)

Muchos ayuntamientos, mal informados o asesorados, exigen realizar los test de FIV-FeLV a todos los gatos comunitarios y proceder al sacrificio de los animales que dan positivo a uno o a los dos virus. El sacrificio de animales según el resultado de un test va encaminado a hacer un control de una enfermedad en concreto y este no es el objetivo cuando hablamos de gestión de colonias de gatos, ya que las enfermedades en cuestión no representan ninguna zoonosis.

Además, los gatos que tienen estas enfermedades pueden vivir sin síntomas durante muchos años, disfrutando de una vida normal como cualquier otro animal. En el caso del FIV (Inmunodeficiencia felina) es frecuente que los gatos infectados se encuentren en “fase latente asintomática”, es decir, tienen el virus, pero no presentan la enfermedad. También se da el caso que los animales positivos a FIV de menos de 4 meses de edad, tengan los anticuerpos que les ha transmitido la madre, pero en cambio no están infectados.

En el caso del FeLV (leucemia felina), un animal que de positivo al test puede encontrarse en “fase de viremia transitoria” (sucede en más del 70% de los casos) que dura de 1 a 16 semanas: el animal acaba superando la infección y queda inmunizado permanentemente. Solo en el caso de que el gato tenga el sistema inmunitario debilitado, la viremia persiste. En este caso, aunque el animal tiene una vida más corta, puede permanecer mucho tiempo sin sufrir las consecuencias de la enfermedad. Teniendo en cuenta que el test de detección del FeLV es muy sensible, existe la posibilidad de que se dé un positivo por no haber limpiado bien los reactivos de la prueba.

Para tener resultados fiables se tendrían que hacer dos test separados de 12 semanas e incluso una prueba más compleja (Western blot para FIV y IFA para FeLV). Esto supondría aumentar el coste humano y económico considerablemente. Añadiendo que la captura de los gatos comunitarios no es algo sencillo, teniendo en cuenta su sociabilización.

De acuerdo con la definición del término, el sacrificio de un animal que no está sufriendo, no tiene ningún síntoma y cuya infección no se puede asegurar al 100%, no puede considerarse de ninguna de las maneras “eutanasia”.

¿Es eficiente la realización rutinaria de test contra la transmisión de la Inmunodeficiencia y la Leucemia felina? Los animales que se someten al test FIV-FeLV y que realmente estén infectados, ya han tenido oportunidad de transmitir el virus antes de que se les realice la prueba. De hecho, la probabilidad de que este contagio se produzca disminuye mucho una vez el animal se ha esterilizado.

La transmisión del FIV se produce a través de las mordeduras entre gatos. Esterilizando los animales disminuyen los episodios agresivos, y por tanto, los riesgos de transmisión del virus. En el caso del FeLV, la transmisión se produce por contacto íntimo y de las madres a las crías; los animales con el sistema inmunitario debilitado son más susceptibles de contagiarse (por ejemplo, animales con mucho estrés). Manteniendo bien alimentados y protegidos a los gatos de la colonia y frenando la reproducción mediante la esterilización, se puede evitar la propagación de la enfermedad.

Cada vez se recomienda más que en el CER se incluya la vacunación (CER-V), asi pues debemos tener muy en cuenta que los animales que han sido vacunados darán positivo en dichos test, con lo que se podrían sacrificando animales vacunados sanos.

La prioridad ha de ser el control de la natalidad

Realizar test en animales que no irán a un hogar conlleva unos gastos económicos y de tiempos innecesarios. De acuerdo con el objetivo del programa de gestión de las colonias, los recursos se tendrían que optimizar destinándolos a esterilizar el mayor número de gatos posibles. Para evitar las transmisiones de las enfermedades mencionadas ya existen medidas que precisamente coinciden con el protocolo CER y en un buen manejo de las colonias.

Los animales positivos a las pruebas FIV-FeLV pueden vivir una larga vida sin problemas y su sacrificio no está justificado.

Referencias bibliográficas

 

Actuación FAADA

  • Estamos en los grupos de trabajo del Ayuntamiento de Barcelona de gestión de poblaciones de jabalíes y de aves urbanas.
  • Formamos parte del grupo de trabajo de gestión de poblaciones salvajes de Eurogroup for Animals.
  • Realizamos asesoramiento en la materia tanto a ayuntamientos como a particulares, empresas y entidades de protección animal.
  • Trabajamos por la implementación de normativas que velen por el bienestar de los animales en cuestión, especialmente a través de las ordenanzas municipales.
  • Ejercemos presión a las administraciones para que cumplan con sus obligaciones y aseguren que el control de las poblaciones se realiza de forma ética y eficaz.
  • Fomentamos la búsqueda de métodos éticos de gestión de poblaciones en oposición a las típicas soluciones de captura y sacrificio de los animales.

¿Qué puedes hacer tú?

  • Respeta a los animales urbanos con los que te toca convivir e intentar empatizar con ellos y su situación.
  • Dialoga con los vecinos/as que se quejan de los animales urbanos para que entiendan la situación y eviten así una actuación no deseada por parte de la administración.
  • No alimentes a los animales salvajes, pues puedes causarles más problemas que beneficio con este acto.
  • Si deseas alimentar a los gatos ferales, contacta con la protectora que gestiona esta cuestión en tu municipio para que pueda explicarte cómo hacerlo de forma correcta.
  • Hazte voluntario/a de una entidad local para ayudarles a realizar el control de las colonias de gatos ferales.
  • Solicita a tu ayuntamiento vía instancia que actúen para controlar la natalidad de las poblaciones urbanas mediante sistemas éticos que no impliquen el sacrificio.

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