Educación Humanitaria

TAREA 3: Lectura del documento de Paula Ramos (2019), Ideología y valores en los materiales de juego.

Aunque el juego infantil es libre y se da sin necesidad de juguetes, hoy en día son pocas las situaciones en las que los y las niñas juegan sin ningún material comprado. Seguro que todos podemos pensar en alguna casa donde vivan niñas y niños y la cantidad infinita de juguetes. Cada aniversario, cada fiesta significativa, reciben juguete tras juguete.

Y estos juguetes están cargados de significados y valores porque son el reflejo de una sociedad y una época determinada. Por tanto, están destinados a reproducir modelos de conducta que se dan en la vida cotidiana de los adultos.

Darnos una vuelta por una tienda de juguetes o mirar un catálogo es conocer un poco más la sociedad y las significaciones de esta. Y ver las desigualdades de la sociedad en la que vivimos.

Aunque empieza a cambiar, el rosa sigue siendo el color imperante en aquellos juguetes que reproducen tareas de cuidado y familiares. Carritos de la compra, tablas de planchar, carritos para las muñecas, etc. Juguetes que reproducen roles atribuidos a las mujeres y diseñadas no solo para agradar a las niñas, también, para alejar a los niños.

Del mismo modo, las reproducciones de armas están principalmente dirigidas a niños y así queda patente en la mayoría de cajas: difícilmente encontraremos niñas en los embalajes excepto en el caso de pistolas de agua. En muchos casos, incluso, son el público diana de los juegos de ciencia y tecnología.

La representación de la diversidad social en los juguetes

Los juguetes son un espejo de nuestra sociedad y por eso hace años que diferentes sectores reclaman unos juguetes que realmente reproduzcan la diversidad social y algunas de sus demandas se van integrando al mundo de los juguetes: ahora ya es más habitual ver muñecas y muñecos con diferentes colores de piel. Pero ¿qué pasa con otras diversidades como la funcional? ¿O la diversidad de cuerpos y apariencias? ¿Os suena haber visto alguna muñeca o muñeco no normativo?

Aunque a veces pueden ser difíciles de conseguir, ya empiezan a haber muñecos y muñecas que representan la gran diversidad que incluye la humanidad. Este cambio es importantísimo tanto para la infancia no normativa como para la que sí lo es: jugando, las niñas y niños van construyendo su cosmovisión y, lo que no aparece en sus juegos, tendrá más dificultades para ser normalizado en la mente infantil.

Así como, muy a menudo, los juguetes reproducen las desigualdades entre las personas humanas, la gran mayoría de juegos y juguetes reproducen, a menudo de manera sutil y divertida, las situaciones de explotación de las que son víctimas los otros animales en nuestro mundo.

Debemos ser conscientes que, debido a la atracción natural que sienten los y las  niñas por los demás animales, estos son utilizados como centro de interés y reclamo en los materiales de consumo destinados a la infancia. Por ello, la ropa está llena de animales, al igual que los cuentos. Y, por supuesto, los juguetes. La infancia siente esa atracción, llamada biofilia por el biólogo Edward O. Wilson, que es la conexión que sentimos por la naturaleza y sus habitantes debida a todos los siglos que hemos pasado relacionados de manera muy íntima con el entorno.

Así que son muchos los juguetes que reproducen animales, empezando por los peluches que inundan las casas y ludotecas, hasta videojuegos que nos permiten gestionar una granja y sus animales como recursos.

Si buscamos juguetes para juego simbólico, por ejemplo, podemos encontrarnos un camión de transporte de animales. Este camión reproduce los traslados de animales camino al matadero, fomentando que los y las niñas reproduzcan y normalicen una situación llena de crueldad y sufrimiento sin ser conscientes de ello. Otro ejemplo es la clásica granja de animales felices, que ayuda a crear una imagen del sistema de producción totalmente irreal.

Si bien es cierto que podemos encontrar algunos materiales más amables con los animales, como un maletín de veterinario, y otros no normativos, como veremos más adelante, la gran mayoría de juguetes ayudan a normalizar y reproducir las injusticias que nuestra sociedad comete sobre el resto de animales. Caballos para montar, tiendas de animales, reproducciones de trozos de carne, etc. Podemos pensar que no es para tanto, pero al repetir los mismos patrones en el juego, la infancia crece aceptando que explotar y utilizar los otros animales no solo es normal. Si no que también está bien.