Educación Humanitaria

TAREA 4: Lectura del documento de Paula Ramos (2019), Recursos para educar en la empatía y la compasión hacia todos los animales.

A pesar de tener en contra la ideología dominante y la gran mayoría de materiales, la participación de personas sensibilizadas con una pedagogía compasiva, abre un abanico enorme de posibilidades para incidir en la educación de los y las niñas.

Y el juego vuelve a ser nuestro mejor aliado. Son muchas las actividades de ocio que nos permiten fomentar momentos de juego libre introduciendo materiales que presenten a los otros animales desde una perspectiva diferente de la actual.

Juego simbólico

A partir de su nacimiento, los niños interaccionan con el mundo jugando para empezar a descubrirlo. Por ello, durante los primeros años el juego es exploratorio: tocar, oler, sentir. Aproximadamente a partir de los dos años los niños empiezan a jugar de manera simbólica, donde pasan continuamente de la realidad a la imaginación y se ponen en el papel de otras personas, de esta manera consolidan sus representaciones mentales y experimentan con habilidades tan importantes como la resolución de conflictos, la tolerancia a la frustración y el lenguaje.

Por ello, los centros infantiles y ludotecas están llenos de materiales motivadores del juego simbólico, que ayudan a los niños a recrear situaciones y representar personajes: disfraces, comida, coches, casas, muñecas, animales, y un sinfín más de juguetes de los materiales más diversos.

Y entre estos materiales, muchos son animales (o trozos de animales). Y muchos reproducen situaciones de explotación y abuso. Si bien es cierto que en este tipo de juego, los juguetes pueden ser utilizados con su finalidad o de muchas maneras diferentes, dependiendo de la imaginación de quienes participan. Igualmente, podemos aprovechar muchos de estos materiales para, con un poco de maña, darles la vuelta y que los y las niñas puedan reproducir más realidades:

Podemos aprovechar vehículos y construcciones, adaptándolos con algunas imágenes, como este antiguo vagón para animales de un circo que se transformó, con un cartel, en un vehículo de atención para urgencias veterinarias. Con él, los y las más pequeñas pudieron representar escenas donde algunos animales necesitaban ayuda y las personas corrían a auxiliarlos y atenderlos.

Qué diferencia con la función que tenía antes este juguete, donde se reproducía el traslado de animales que deberían actuar en las pistas de un ¡circo!

Del mismo modo, una granja puede convertirse fácilmente un santuario de animales (una manera preciosa de descubrir que son los santuarios). Y un zoológico en un centro de recuperación de fauna.

Otra magnífica oportunidad son las cocinitas y los mercados. No se trata de eliminar los juguetes que reproducen trozos de carne, podemos introducir alimentos no muy habituales en las reproducciones (como frutos secos, seitán o tofu) permitiendo a los y las cocineras que conozcan nuevos alimentos que facilitan una alimentación más saludable, compasiva y sostenible.

Juegos de mesa

Los juegos de mesa son excelentes recursos lúdicos educativos y socializadores que, gracias a su variedad, permiten que las y los niños practiquen y desarrollen diferentes habilidades y conocimientos a la vez que disfrutan y crean espacios de relación relajados y distendidos. Son los primeros juegos normativos en los que participan las niñas y niños y su diversidad hace posible encontrar, casi siempre, el juego adecuado para cada situación y cada individuo.

Dentro de la gran variedad de juegos de mesa hay muchísimos protagonizados por los animales. La atracción de las niñas y niños hacia los animales continúa cuando estos comienzan a participar en juegos de mesa y las personas creadoras la aprovechan para utilizarlos como protagonistas de algunos juegos. Esto hace que, inevitablemente, algunos de estos juegos reproduzcan situaciones de explotación y abuso hacia los demás animales.

Algunos ejemplos:

La vaca loca

Este juego de mesa basado básicamente en la suerte, se debe ordeñar la vaca en función de los números que salen en el dado. Al ordeñarla,  se consigue leche, que suma puntos, o caca, que queda.

El juego termina cuando los ojos de la vaca salen disparados.

Lobo o cordero

En este juego de mesa, el objetivo es conseguir esquilar a tres ovejas sin que el lobo se las robe para comerlas.

Sí, el lobo es un carnívoro, pero sus costumbres poco tienen que ver con la imagen que dan de ellos muchos juegos y juguetes.

Como los juegos de mesa que reproducen situaciones injustas hacia los otros animales son una gran mayoría, adaptarlos vuelve a ser una muy buena opción.

A veces puede ser tan sencillo como adaptar algunas palabras. Si los ganaderos y ganaderas pasan a ser responsables de santuarios de animales, el rol cambia completamente, y las niñas y niños tienen la oportunidad de descubrir estos espacios que rescatan y cuidan a los otros animales.

Las opciones de juegos de mesa que nos ayudan a fomentar la empatía hacia todos los animales no son muy largas todavía, pero va creciendo cada año. Al final de estos apuntes encontrará una recopilación de recursos, juegos de mesa incluidos.

Cuentos

Durante muchos siglos, antes de la invención de la escritura o cuando esta estaba reservada a las clases altas, la transmisión oral era una de las principales vías de socialización y transmisión de los conocimientos de unas generaciones a otras. Los cuentos formaban (y forman) parte de las diferentes maneras de transmisión oral (y escrita) de una cultura.

Los cuentos forman parte del proceso de interiorización de la cultura vivida, por los que los niños y niñas pasa a compartir valores y significaciones con su entorno. Les ayuda a empezar a navegar por el mundo que no entienden, demasiado confundido, pudiendo así comenzar a darle significación a las cosas, conductas y eventos.

Del mismo modo que con los juguetes, los otros animales están presentes en muchos cuentos debido al interés y curiosidad que despiertan en los y las más pequeñas. Por norma general, suelen dividirlos entre buenos o malos en función del beneficio que saquemos los seres humanos (bueno, malo, fuertes y débiles, útiles e inútiles, etc.). Aquellos animales de los que los seres humanos sacamos algún provecho son clasificados como buenos, mientras que aquellos que entran en conflicto con alguno de nuestros intereses automáticamente tienen adjudicado el rol de malo. A estos animales que no desarrollan ningún servicio a la especie humana, los cuentos les deparan historias duras y, a veces, incluso la muerte.

Para aquellos animales de los cuales sacamos provecho, a menudo los cuentos cuentan historias endulzadas, donde los animales experimentan felicidad ante situaciones crueles y dolorosas. Del mismo modo, muchos cuentos se encargan de desvirtuar a los otros animales, a fin de facilitar la rotura emocional al marcar mucho las diferencias entre las personas humanas y los demás animales.

Este tipo de cuento se puede encontrar en todas partes, así que es muy interesante y puede ser muy enriquecedor analizar algunos cuentos con niños y niñas. No se trata de aislarlos de los mensajes desiguales, porque se los encontrarán cada día, sino darles herramientas y recursos para analizar de manera crítica y con conocimiento la realidad. Hacer un análisis de las historias que nos presentan les ayudará a analizar, también, con espíritu crítico, la propia realidad y la de los demás.

Recopilación de materiales

Puedes encontrar un sinfín de juegos y recursos en FAADAeduca.org.