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Junto a más de 800 entidades pedimos que no se destinen subvenciones a la Tauromaquia

La nostra acció Barcelona, maig 12, 2020

Junto a más de 800 entidades pedimos que no se destinen subvenciones a la Tauromaquia
Desde FAADA firmamos la carta que, por iniciativa de La Tortura No es Cultura y Animal Guardians, se ha enviado al Gobierno de España.

A continuación, es posible leer el texto completo de la misiva que hemos hecho llegar al Congreso de los Diputados para D. Pedro Sánchez-Castejón, D. Pablo Iglesias, D. Jose M. Rodríguez Uribes y D. Luis Planas Puchades.

3 de mayo 2020

Estimados Sres.,

Desde la Plataforma La Tortura No Es Cultura, Animal Guardians y las entidades abajo firmantes queremos hacerles llegar nuestro sentir con respecto a las posibles ayudas a la actividad taurina.

En estos momentos en los que la crisis del coronavirus pone en riesgo la vida de decenas de miles de personas en nuestro país, y en los que la sociedad en su conjunto se encuentra abocada a una desgarradora recesión económica, es cuando los valores éticos cobran mayor importancia. Dicen que las dificultades pueden servir para hacernos mejores y si hay algo que impregna el sentir de la mayoría de los españoles y españolas, es el deseo de que este sea el caso para nuestro país.

Es, por lo tanto, el momento de realzar los valores que cohesionan a una sociedad, como la solidaridad y la empatía; también hacia aquellos que no tiene voz para defenderse, pues es evidente que, cuando el ser humano busca solo su propio beneficio e ignora a los demás habitantes del planeta, la Tierra se defiende. Es hora de que aprendamos y la cultura es de gran utilidad para ello: una cultura que celebre la vida, no la muerte y que promueva la cohesión de la sociedad, no el enfrentamiento entre españoles.

Es de todos sabido que la tauromaquia tiene los días contados, pues la propia evolución de la sociedad –el 84% de los jóvenes no están orgullosos de vivir en un país donde la tauromaquia es una tradición cultural (Ipsos Mori, 2015)– y las cifras publicadas por los organismos oficiales –el número de festejos taurinos en plaza ha caído un 58,4% en la última década– van indiscutiblemente en esta dirección. Por lo que de nuevo nos preguntamos: ¿por qué invertir fondos públicos tan preciados y necesarios en este momento, en una actividad abocada a la desaparición? ¿No sería más sensato invertirlos en proyectos de reconversión de las actividades taurinas hacia otras que no vayan a desaparecer en un futuro no lejano? Si realmente se quiere echar una mano a las personas de este sector, esa sería la mejor ayuda.

Como se puede comprobar en la documentación remitida (AVATMA: “Situación de la Tauromaquia en España”), el empleo que genera la tauromaquia es escaso, temporal y endogámico, resultando patente que el sector taurino debería contar actualmente con otras fuentes de ingresos, más allá de esta actividad específica, para poder adaptarse al evidente declive que padecen. Este hecho es evidente si se observan los datos ofrecidos anualmente por parte del Ministerio de Cultura. Es por ello, que una reconversión del sector no solo es posible, sino que sería lo más beneficioso para todos los involucrados.

Entiendan que se adhieren a esta carta protectoras de animales y santuarios que, por toda la geografía española, se dejan la piel cada día para dar un servicio a la sociedad, capturando, sanando, esterilizando y dando en adopción a cientos de miles de animales cada año; protectoras y santuarios que han ofrecido sus centros durante la pandemia para acoger a los animales de los enfermos por la Covid-19 y los de las personas sin techo, o los de las víctimas de violencia de género, entre otras muchas ayudas. Se adhieren a esta carta colectivos de veterinarios que durante esta pandemia se han expuesto para no dejar atrás a los animales que tanto aportan a la sociedad y al corazón de las personas. Sin embargo, las ayudas que reciben unos y otros son prácticamente anecdóticas. Esto hace aún más inaceptable el anuncio de subvenciones a una actividad que vive de torturar a animales como forma de espectáculo, una actividad que anula la empatía y hace del sufrimiento y agónica muerte de un ser vivo, una fiesta. Ayudas a las que, según las encuestas, el 78% de la ciudadanía española se opone (YouGov, 2018). ¿Por qué se ignora este sentir popular?

Nos vemos, además, en la obligación de recordarles que el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, en 2018 instó al España a “prohibir la participación de menores de 18 años como toreros o espectadores de eventos taurinos, con el fin de prevenir los efectos perjudiciales que la violencia de estas prácticas crueles tienen sobre la mente y la sensibilidad del desarrollo de la infancia y la adolescencia”.

Esta misma recomendación se hizo a Francia, Portugal, México, Colombia, Ecuador y Perú. Sin embargo, nada se ha hecho en nuestro país para respetar lo que indica la mayor autoridad en derechos de la infancia. En su lugar, se disponen a utilizar dinero público a una actividad calificada como violenta por un organismo de las Naciones Unidas. Nos resulta incomprensible.

Estimados señores, las organizaciones abajo firmantes y todas las adheridas, ruegan tengan en cuenta estas reflexiones y exigen, en cualquier caso, hagan públicas, en un ejercicio de total transparencia, cualquier ayuda o subvención que se destine al sector de la tauromaquia desde cualquier estamento del gobierno, ya sean ministerios, ayuntamientos, diputaciones o CCAA: después de muchos años de oscurantismo, demandamos conocer las partidas que los organismos públicos dedica a la tauromaquia.

De la misma manera, quisiéramos conocer cuáles van a ser los criterios de valoración para el reparto de los fondos del ministerio de Cultura entre las distintas disciplinas que están bajo su competencia. Sería por ejemplo difícil de entender que actividades culturales con un elevado consumo por parte de los españoles y españolas, como puede ser la música (87,2%), leer (65,8%), cine (57,8%), visitas a monumentos o yacimientos (50,8%), asistencia a exposiciones o galerías de arte (46,7%), bibliotecas (26,8%), etc., recibiesen cantidades similares o inferiores a las corridas de toros, novilladas o rejoneo, a las que apenas acuden un 5,9% de la población (Mº. Cultura, 2019).

Igualmente, cuáles serán los criterios del reparto de las subvenciones de la PAC (Ver anexo 2, de 2012), considerando el enorme rechazo por parte de la gran mayoría de los eurodiputados a que se destinen a sostener el ganado de lidia, expresado en la votación realizada en 2015, con 438 votos a favor de eliminarlas, 199 en contra y 50 abstenciones.

Por último, instamos al gobierno a trabajar en una legislación actualizada con el nuevo sentir social y autonómico que dé libertad a las Comunidades Autónomas para regular y mantener o no las expresiones culturales de acuerdo con el deseo de la mayoría de sus ciudadanos y ciudadanas.

Esperando su pronta respuesta, quedamos a su disposición para trabajar de la mano en pro de una sociedad más unida y solidaria con todos los seres.

Atentamente

 

1 https://bit.ly/2VRY8xi
2 Estadísticas asuntos taurinos Ministerio Cultura 2018: https://bit.ly/2VNZUj4
ANOET (2014): El mundo del toro está en quiebra. https://bit.ly/2Ymw7js
Simón Casas (2018): La economía de la fiesta es insostenible. https://bit.ly/35jMo9Z

 

 

Entidades firmantes: http://www.latorturanoescultura.com/cartagobiernosubvencionestauromaquia.pdf

 

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