La nostra acció Girona, octubre 14, 2022
El pasado 10 de octubre se nos informó que los militares de la base de Sant Climent Sescebes (Girona) habían hallado en la zona de maniobras de la misma base, una gallina desplumada y inmovilizada junto a dos cámaras de fototrampeo, una de las cuales estaba etiquetada con el contacto de la Universitat de Girona. En seguida, los militares llamaron a los Mossos d’Esquadra, que se desplazaron al lugar donde se encontró el ave y, a su vez, contactaron con el teléfono que llevaba una de las cámaras. Acudió un biólogo, que explicó que se trataba de una investigación científica autorizada y posteriormente fue a comisaría con los Mossos para prestar sus declaraciones. Finalmente, la gallina le fue devuelta, y fueron instruidas diligencias informativas al juzgado.
Desde FAADA hemos comprobado que la Universitat de Girona está llevando a cabo un estudio de fauna en la zona de la Comarca del Alt Empordá, en el que se pretende capturar un ejemplar de Águila Perdicera con la finalidad de colocarle un transmisor que evidencie cuál es su territorio y evaluar posibles impactos en esta especie. Es decir, la gallina encontrada por los militares se utilizó como CEBO VIVO para el águila.
Pero incluso según la autorización otorgada, en caso de usarse un cebo vivo, este tiene que estar en buen estado sanitario y de salud, garantizando su origen y trazabilidad, sin que pueda ser mutilado ni sufrir lesión física alguna. Sin embargo, tal y como afirman los testigos del caso y las pruebas aportadas, con el objetivo de capturar al águila, la gallina utilizada como cebo permaneció atada durante varios días por la cabeza y las patas sin comida ni agua.
Estos hechos evidencian una patente vulneración de la normativa sobre protección animal de la Generalitat de Catalunya. Concretamente, del Decreto Legislativo 2/2008, de 15 de abril, por el que se aprueba el Texto refundido de la Ley de protección de los animales, y de experimentación con animales.
En definitiva, el sufrimiento infligido a esta gallina es constitutivo de varias infracciones administrativas graves e incluso infracciones muy graves, si llega a determinarse que el trato dispensado a la gallina en cuestión, produjo consecuencias muy graves para su salud.
Teniendo en cuenta todo lo indicado, desde nuestro departamento legal hemos solicitado:
Entre otras cosas, además, hemos requerido que el responsable del estudio demuestre si la gallina recibió la asistencia veterinaria que precisaba tras su hallazgo, y cuántos animales más sufrieron su misma suerte.
Por último, queremos destacar la total falta de sensibilidad de algunos medios de comunicación en España que se hicieron eco de los hechos y obviaron por completo el evidente maltrato sufrido por el animal, publicando artículos sensacionalistas que ridiculizaban a los militares en lugar de ensalzar su impecable actuación y denunciar lo ocurrido.
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