La nostra acció Fontrubí, abril 6, 2016
Dos macacos de Berbería viven en casa de un particular en una finca de Fontrubí (Barcelona). Se denuncia el caso: se trata de animales protegidos y es ilegal tenerlos en una casa. La Generalitat los decomisa y se quedan en depósito en la misma casa. Pasan 10 años, ¡10 años!, y uno de ellos muere poco antes de ser trasladado a su nuevo hogar. ¿Cómo llamaríamos a esto? Sin duda, desidia. El otro animal ha encontrado por fin un nuevo hogar en Alicante.
El caso llegó a FAADA en noviembre de 2015, a través de Fundación Mona, que en principio se iba a encargar de los animales pero al final no le fue posible. FAADA se ofrece a la Generalitat para buscar un sitio donde reubicar a los dos animales, un macho y una hembra, de 12 y 14 años. Se inician las gestiones y, cinco meses después, se produce el rescate, al que, por cierto a FAADA se le prohíbe asistir, por “cuestiones de seguridad y bienestar del animal”, asegura Ricard Casanovas, Cap del Servei de Biodiversitat i Protecció dels Animals de la Generalitat.
Es cierto que el estado no dispone de un centro de recuperación de fauna salvaje para alojar a los ejemplares decomisados, así que muchas veces animales ilegales se quedan decomisados en depósito durante años en la casa del particular que los tenía de forma ilegal. Pero también es cierto que el Centro de recuperación de primates AAP Primadomus, de Villena (Alicante), está abierto desde noviembre de 2009, y es un centro que se ha especializado sobretodo en el rescate de estos ejemplares. Y es que el macaco de Berbería ((macaca sylvanus ) es una especie altamente protegida porque está en peligro de extinción (catalogada como “EN: en peligro crítico” en la lista roja de la IUCN).
Además, desde hace un tiempo Primadomus tiene un convenio con las autoridades, por lo que cualquier macaco de Berbería que se encuentre en territorio español se lleva a Primadomus. Además, FAADA acumula años de experiencia en reubicar primates, algunos de ellos en colaboración con la Generalitat. Por todo esto no entendemos porque estos animales se quedaron depositados tantos años en casa de su propietario.
Instalación donde se alojaban la pareja de macacos.
Muerte prematura
Desgraciadamente, cuando ya se estaba organizando el traslado (la documentación, el transporte, el veterinario, la fecha…) uno de los ejemplares murió. Tanto AAP como FAADA preguntamos a la Generalitat por la causa de su muerte y por el resultado de la necropsia. La respuesta fue que nunca se realizó “porque probablemente el animal había muerto de viejo”. Cuando un macaco de Berbería puede vivir unos 20 años, y estos animales tenían solo 12 y 14. Las dos entidades de protección animal creemos que se tendría que haber comprobado el motivo de su muerte: porque se trata de una especie muy protegida y por el riesgo de transmisión de enfermedades entre los primates y los humanos.
Queremos agradecer a la Fundación AAP por la gran labor que hacen y por haber acogido y dado una segunda oportunidad una vez más a un animal que ha sido víctima del comercio ilegal y el ‘mascotismo’.