La nostra acció Lleida, juny 9, 2017
A finales de abril de 2017 un vecino de la localidad catalana de Lleida alertó a FAADA del fallecimiento de varios vencejos (especie protegida) a causa de la instalación de unos pinchos, utilizados como sistema antipalomas, en casi un centenar de agujeros de las fachadas de dos edificios de Lleida (Cataluña). Desde FAADA y IPCENA solicitamos a la Conselleria de Territori i Sostenibilitat y al cuerpo de Agentes Rurales una intervención urgente para que la comunidad de vecinos retirara dichos pinchos donde los animales morían atrapados. Ante la falta de agilidad en conseguir que las comunidades actuaran, solicitamos a los Agents Rurals la intervención del grupo especial de Soporte de Montaña.
Hoy, día 9 de junio de 2017, finalmente los Agents Rurals han procedido a la retirada de los pinchos.
A continuación toda la información sobre la problemática y la legislación que protege a estos animales:
Las aves migratorias
Es muy necesario recordar que tanto los vencejos comunes, como los vencejos reales o las golondrinas (así como otras aves migratorias) están protegidos por la legislación europea, estatal y autonómica. La ley de protección de los animales de Cataluña, Decreto Legislativo 2/2008, de 15 de abril, por el que se aprueba el Texto refundido de la Ley de protección de los animales, concretamente en el art. 30, establece: “30.1 Las especies de la fauna salvaje autóctona que incluye el anexo se declaran protegidas en Cataluña”, y el art. 33.2 “Prohibiciones: Respecto a las especies migratorias, se prohíbe especialmente la perturbación de los espacios de concentración, cría, muda, hibernación y descanso.”
Los vencejos son aves que pertenecen a la Orden Apodiformes, son insectívoras estrictas, y migratorias. Llegan a Cataluña a principios del mes de marzo, provenientes de África y permanecen aquí hasta el mes de noviembre.
Utilizan agujeros que se comunican con cavidades para refugiarse y nidificar. Estas cavidades tienen que estar elevadas como mínimo 12 metros respeto al suelo y sin obstáculos delante. Necesitan este desnivel para asegurar su entrada y salida de los agujeros sin riesgo de caer al suelo. Esta maniobra tiene que ser muy precisa puesto que llegan volando a gran velocidad y entran en la cavidad como un proyectil, inclinando el cuerpo y las alas, adaptándolo a la forma y medida del agujero. Este impulso hace que al entrar vayan a parar a la pared interna de la cavidad a la que se cogen con las patas.
Los vencejos duermen cada día en su refugio, desde que llegan de África hasta que se marchan. Si son adultos y en edad reproductora esta cavidad será el lugar donde construirán su nido. Sus nidos y refugios son muy importantes puesto que les permiten descansar y también encontrar amparo de sus depredadores naturales y en caso de condiciones meteorológicas adversas. Cuando su plumaje está mojado de hecho, pierden capacidad de vuelo y pueden caer al suelo.
En las ciudades los vencejos se encuentran principalmente dentro de los tabiques pluviales, en las paredes medianeras de los edificios. Estas aves son extraordinariamente fieles a sus nidos y vuelven año tras año a la misma pared, y al mismo agujero. Se ha constatado que cuando la pared donde tienen los nidos es rehabilitada y se impide el acceso a los agujeros, los vencejos intentan entrar insistentemente durante muchos días, incluso cuando la fachada se ha modificado por completo y los agujeros han desaparecido. Para saber si hay vencejos en una pared con agujeros se tienen que realizar un mínimo de dos observaciones, en días diferentes, durante como mínimo 10 minutos antes y 10 minutos después de la puesta de sol (periodo durante el cual regresan a sus nidos para dormir).
Los nidos quedan en el interior de la cámara de ventilación y no es posible verlos desde el exterior de la pared ni desde los agujeros de entrada puesto que acostumbran a ser bastante estrechos y no se puede meter la cabeza sin romper la pared. Tampoco es posible saber a qué distancia del agujero de entrada los vencejos sitúan el nido, puesto que esto dependerá de donde encuentren un estante o depósito de material adecuado dentro de la cámara de ventilación.
Durante los meses de abril y mayo tienen lugar la construcción del nido, las puestas y la incubación. Esto implica que los adultos pasarán más tiempo en el interior de las cavidades hasta que en otoño avanzado marchen hacia África.
La problemática
Cada año llegan avisos de destrucción de nidos por rehabilitaciones de fachadas, cierre de agujeros donde anidan los animales o por demolición de edificios.
Como consecuencia, estas aves, como hemos visto extraordinariamente fieles a su lugar de anidamiento, al volver el año siguiente se encuentran sin sus nidos, algo que les obliga a buscar otro lugar para refugiarse. Y esto, al resultar cada vez más difícil, hace que los animales acaben entrando con frecuencia en extractores de cocina o que caigan en patios interiores dónde si nadie los rescata mueren.
La destrucción de sus nidos, la escasa disponibilidad de lugares donde nidificar y los estorbos durante su periodo de reproducción podrían amenazar gravemente su población en un futuro próximo.
La mayoría de personas desconocen tanto la normativa que los protege como las muchas soluciones alternativas a las molestias que pueden ocasionar. Según la legislación, para retirar un nido de una especie protegida se necesita autorización de la administración y solo puede hacerse cuando no existan alternativas y fuera del periodo de reproducción.