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Las protectoras de animales en estado de alarma

News Barcelona, march 31, 2020

Las protectoras de animales en estado de alarma
El panorama de los centros de acogida es dramático en toda España, ya que estamos viviendo unos días muy complicados debido al confinamiento impuesto por el nuevo coronavirus COVID-19.

Estamos viviendo unos días muy complicados debido al confinamiento impuesto por el nuevo coronavirus COVID-19 y las preocupantes noticias que nos llegan acerca de los contagios y la economía del país. Y para las protectoras de animales esta situación se está haciendo aún más cuesta arriba.

La nueva realidad de los refugios

El panorama de los centros de acogida es dramático en toda España: en primer lugar, no se producen adopciones, pero se continúan recogiendo los animales abandonados/perdidos, por lo que puede acabar produciéndose un grave problema de hacinamiento. Además, ya no se reciben donativos en especies (alimentos, medicación para los animales y otros productos necesarios) por lo que es necesario gastar recursos para comprar lo que antes socias y colaboradores traían de su iniciativa. Y, en un momento en el que toda la ayuda económica se centra en la lucha contra la COVID-19, al mismo tiempo que un gran número de personas ven reducidos sus ingresos, las aportaciones económicas han caído en picado.

La situación de perros y gatos

La situación de los animales que viven en los refugios también se ve afectada por la disminución drástica y repentina de personas que puedan cuidar de ellos. Por un lado, debido a las restricciones impuestas por el confinamiento, la gran mayoría de voluntarios y voluntarias ya no pueden acercarse a los centros para pasear a los perros, limpiar las zonas comunes o hacer mimos a los gatos. Hay además trabajadores que han contraído el virus o están en cuarentena y se ven por lo tanto obligados a permanecer en sus casas.

En general, los diferentes centros de acogida han adoptado dos posibles tipos de política para hacer frente a esta situación: los que no han sufrido bajas de personal remunerado han parado por completo las actividades de voluntariado para no poner en riesgo a más personas; los que han visto reducidas sus plantillas o que solo funcionan con voluntarios, permiten el acceso a sus instalaciones, limitando al máximo el número de personas y haciendo dos equipos por seguridad. Para ello, la entidad –o el ayuntamiento, si el centro es municipal– tiene que entregar una autorización escrita a las personas voluntarias que siguen colaborando en sus instalaciones.

Una buena noticia

Aunque todavía no disponemos de cifras exactas de todos los centros del territorio español, según la información que hemos podido recopilar hasta el momento, el número de abandonos no ha crecido, por lo menos no de forma exponencial, como consecuencia de la COVID-19.

A diferencia de lo que pasó en China, por ejemplo, cuando el virus llegó a España ya contábamos con la información científica que nos confirmaba que los animales ni son portadores ni transmiten el nuevo coronavirus. Así que, desde las entidades, los veterinarios y el Gobierno hemos podido transmitir un mensaje de tranquilidad muy claro que, entendemos, ha evitado que las personas abandonen a sus animales por miedo al contagio.

¿Qué estamos haciendo desde FAADA?

Desde nuestra entidad seguimos proporcionando ayuda económica a refugios y protectoras de todo el estado español. Es un momento muy delicado también para nosotras, pero mientras tengamos los medios para hacerlo, no dejaremos de ayudar a estos centros para que puedan comprar comida y proporcionar atención veterinaria a sus animales.

Además, tenemos muy clara la importancia de seguir concienciando a las personas redactando artículos, creando material gráfico y compartiendo información científica que remarque que los animales NO transmiten la COVID-19.

Así que ya sabes: si eres socia, socio o teamer de FAADA… ¡gracias por ayudarnos a ayudarles!

 

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