News Barcelona, april 8, 2010
Desde el pasado mes de diciembre, el recinto de Susi se encuentra vallado para que el público no pueda acceder a la pasarela de observación; al mismo tiempo, se ha colocado una cámara para poder monitorear sus movimientos las 24hs dado que ha sufrido desmayos y su muerte se adivina próxima.
Una vez más el Zoo de Barcelona ratifica en los hechos lo que los miembros de la campaña Libera a Susi (LIBERA, FAADA y BORN FREE FOUNDATION) afirmamos desde hace un año: que las condiciones de vida de Susi y Yoyo provocarían a estas elefantas daños en su salud física y psíquica, empujándolas hacia una muerte prematura.
Desde diciembre de 2009, el recinto de Susi es inaccesible para los visitantes; Susi permanece en sus escasos 600m2 (400m2 menos de los 1.000 que tenía inicialmente) viviendo una agónica existencia, existencia que podría apagarse en pocos meses. Mientras, Yoyo sigue confinada en la instalación contigua sin ninguna posibilidad de ser unida a Susi, a pesar de la publicidad engañosa puesta en marcha por el Zoo de Barcelona que las muestra a ambas juntas y rodeadas de vegetación por obra y gracia del photoshop. Todo indica que Susi pasará a engrosar en breve las estadísticas que indican que los elefantes en zoos urbanos viven 40 años menos que sus congéneres que lo hacen en libertad, según el estudio publicado en la revista Science en noviembre de 2008, ya que en la actualidad cuenta con 37 años, mientras que los elefantes en libertad pueden alcanzar edades comprendidas entre los 60 y 70.
La vida de Susi nunca ha sido fácil: nacida en estado salvaje en 1973, no sabemos nada más de su biografía excepto que vivió 8 años en absoluta soledad en Terra Natura hasta el año 2002, cuando llega al Zoo de Barcelona. Allí fue unida a Alicia, otra ejemplar de Loxodonta africana, quien se convirtió en la matriarca y a la que Susi estaba muy unida. En 2008, y tras incontables episodios de problemas estomacales variados producidos en la mayoría de los casos por la ingesta de juguetes y hasta de un banderín de los que delimitaban el recinto de las elefantas (banderines que fueron retirados tras estos hechos), a Alicia se le aplica la eutanasia, operación que comenzó con el lanzamiento de dardos calmantes delante de los visitantes; entre ellos se encontraba una clase de primaria de un colegio de Cadaqués, colegio que a raíz de lo traumático que resultó para los niños esta visita decide no programar más visitas a esta institución. Llamó la atención de maestros y profesores, sobre todo, observar a Susi tratando de quitar los dardos a Alicia.
Y es que el Zoo de Barcelona realizó toda la operación de eutanasia de Alicia delante de Susi; y en una muestra de desconocimiento e ignorancia de la etología de estos animales, no sólo hacen que Alicia muera delante de Susi, sino que al ver que la grúa con la que contaban para retirar el cadáver del zoo no pasaba por la puerta de entrada, decidieron cortar el cadáver de Alicia con una motosierra, hechos que también se produjeron delante de Susi. Como ya era la hora de salida del personal, dejaron los trozos de Alicia junto a Susi toda la noche, para ser retirados al día siguiente.
Debemos recordar que la muerte es, para los elefantes, un hecho traumático que repercute en todo el grupo social; tanto es así, que cuentan con ritos funerarios tales como visitar cada año el sitio en donde se encuentran los huesos de matriarcas ya muertas (en el caso de matriarcas estos restos son visitados incluso por otras manadas), o miembros queridos de su grupo social. Con una estructura social compleja, una memoria prodigiosa y extremadamente afectivos, los elefantes forman parte del grupo de animales con capacidad de autoconciencia, grupo formado por cuatro especies: delfines, grandes primates, elefantes y seres humanos.
Susi en la actualidad es un espectro: sus costillas se pueden contar una a una a simple vista, sus orejas presentan heridas, y su rostro muestra el dibujo de cada uno de los huesos de su cráneo. Yoyo, mientras tanto, ve agravada su situación cada día que pasa ya que muestra una gran necesidad de estar en compañía de otros elefantes. La secuencia se presenta así: Yoyo, en breves intervalos de tiempo, se desplaza hasta la valla que la separa de Susi, ya que la escucha y la huele. Susi, que podría temer a Yoyo, se retira de la valla y se aleja; es entonces cuando Yoyo se aleja unos metros de la valla y comienza a sacudir violentamente su cabeza de arriba a abajo, en un movimiento estereotipado que desarrollan los animales en cautividad como forma de liberar sentimientos como el estrés, la angustia, la impotencia ante el encierro, etc.
Por todo ello, pedimos nuevamente al Ayuntamiento de Barcelona y al Zoo de esta ciudad que reconsideren el traslado de Susi y Yoyo al zoo de estilo safari Sigean, que está dispuesto a recibirlas, instalaciones en la que podrán integrarse a una manada ya existente con la ayuda de profesionales expertos en el manejo de elefantes.
Enlace: http://liberaasusi.org