News Barcelona, december 10, 2007
Aumenta el número de mascotas adoptadas tras un abandono.
Aurora Alba es coordinadora del Centre d'atenció d'animals domèstics de companyia del Maresme, uno de los muchos centros de recogida y acogida de mascotas de Catalunya. Desde allí Alba es testimonio de la progresiva conciencia social respecto a los animales abandonados, y asegura que cada vez hay más adopciones.
-¿Que particularidades acarrea trabajar en un centro como el suyo?
-Evidentemente te tienen que gustar mucho los animales y debes tener mucha paciencia y sensibilidad. Cada día vemos muchos dramas. Las historias son muy duras. La gente que trabaja aquí debe dar todo de si para ayudar a los animales y ayudarse entre ella misma. El problema de estos centros es que siempre están infravalorados y nunca se pone el personal necesario para atender al número de animales que hay.
-Debe ser difícil en ocasiones...
-Es muy duro, partiendo de la base de que son personas a quienes les gustan los animales, que son sensibles con el mundo animal y son empáticos, el hecho de que llegue un animal atropellado, que lleva varias semanas desnutrido, que le han pegado... les afecta. Debes hacerte el duro para intentar superar la situación, pero a veces el problema te supera. Ahí están los compañeros como apoyo.
-¿La gente que adopta tiene mayor conciencia de las responsabilidades que acarrea tener una mascota?
-Hay de todo. Hay pocos adoptantes "estrella" buscando el animal que esté peor o más enfermo, y también está la gente que sólo quiere un animal de raza o un cachorro. En general cada vez hay más gente que lo que realmente busca es un animal que se adecúe emocionalmente a su familia, independientemente de sus características particulares. Por eso es importante la labor de los trabajadores del Centro, porque parte de su trabajo es conocer a los animales para saber en qué familias hay que ubicarlos. Algunos nunca estarán bien en una familia con niños y sin embargo encajan en una familia con miembros de la tercera edad.
-¿Cuál es el proceso a seguir cuando alguien va a adoptar un animal?
-Simplemente hay que ir al centro. Nosotros preguntamos si hay niños en la casa, si tienen terraza, balcón, tiempo... y más o menos hacemos una selección de los animales que estas personas pueden adoptar. Tras eso se firma un documento según el cual la persona se hace responsable. Todos los animales salen desparasitados, vacunados, esterilizados e identificados con microchip.
-¿Se ha visto alguna vez en la tesitura de negarle a alguien la adopción de una mascota?
-Sí. La gente se indigna, pero a nosotros eso nos da igual porque si te niegas a darlo es porque ves clarísimo que la cosa va a ir mal, tanto para el animal como para el dueño. Para un animal que sale de un centro, todo cambio supone un estrés. Si encima luego tiene que regresar, es doble estrés el que se acumula. Intentamos evitar eso, aunque es difícil. Hay gente que no cumple el perfil.
-¿La implicación del Consell comarcal se limita a la parte económica?
-El Consell comarcal financia el centro a través de todos los ayuntamientos para los que da servicio el centro, que es de recogida y acogida de animales. Hay una ley de protección de animales en la que los ayuntamientos tienen un papel principal, y no se cumple. Parte del trabajo del Consell sería educar a estos ayuntamientos para que se cumpliese.
-Dadas las circunstancias todavía es más fácil abandonar un animal que adoptarlo. ¿Hay alguna ley por cambiar?
-La ley no habría que cambiarla, simplemente habría que cumplirla. Impone unas obligaciones a todas las partes implicadas en el tema de los animales domésticos, desde los propietarios a los ayuntamientos. Parece que los únicos que cumplen con la ley son los centros de acogida. Muchos propietarios llevan los perros sin vacunar y sin microchip y no pasa nada. Si alguien abandona un perro, el ayuntamiento no multa y tampoco pasa nada. No hay ningún tipo de sanción para hacer cumplir una ley que es pionera en España, que se ha pensado mucho y está para cumplirla.
-Habrá habido alguien que le haya devuelto una mascota...
-Intentamos que no ocurra. Siempre damos quince días de adaptación del animal en el nuevo hogar. Mucha gente adopta un animal y en su vida ha tenido uno. Y luego hay gente que tiene la jeta de decirte que ya no lo quiere al cabo de nueve meses. En esos casos les pedimos que sean ellos mismos quienes le busquen otro dueño. Ellos tienen que colocar un perro, nosotros 250.