Nuestra acción Barcelona, junio 4, 2025
Los pollos de engorde, o broilers, son animales inteligentes, con una memoria asombrosa y capaces de establecer vínculos estrechos con sus semejantes. Sin embargo, en Europa, casi el 90% de ellos son criados en sistemas intensivos plagados de problemas.
Estos son solo algunos de los más preocupantes:
Criados para crecer demasiado rápido
El 95% de los pollos de engorde pertenecen a razas de “crecimiento rápido”, seleccionadas genéticamente para alcanzar el peso de sacrificio en apenas 5 o 6 semanas. Esta velocidad de crecimiento provoca sufrimiento: muchos padecen cojera, insuficiencia cardíaca, trastornos metabólicos y altos niveles de estrés. Todo ello es consecuencia directa de su genética.
Sin espacio adecuado ni acceso al aire libre
La mayoría vive en un confinamiento extremo, hacinados en espacios reducidos y oscuros dentro de granjas industriales, ya que la legislación europea permite densidades de hasta 42 kg/m². Sin embargo, la ciencia indica que densidades superiores a 11 kg/m² ya causan problemas graves de bienestar, como dermatitis en las patas, dificultades para caminar y la imposibilidad de realizar comportamientos naturales. Además, las condiciones antihigiénicas derivadas de la acumulación de excrementos favorecen el sobrecalentamiento y las enfermedades.
Sin posibilidad de desarrollar sus comportamientos naturales
Los pollos de engorde son criaturas sensibles, curiosas y activas, con necesidades físicas y emocionales, como cualquier otro ser sintiente. No obstante, en las granjas industriales europeas, miles de millones de animales viven encerrados sin enriquecimiento ambiental y sin espacio para moverse, explorar o socializar.
Transportados vivos hasta el matadero
¿Sabías que las aves de corral representan más del 90% de los animales transportados vivos cada año en Europa? Muchos son pollos de engorde, que recorren largas distancias hasta los mataderos. A pesar del elevado número de aves que soportan estos viajes agotadores, apenas se las tiene en cuenta en los debates sobre el transporte de animales vivos. Sus necesidades simplemente no se contemplan.
Sacrificados de forma cruel
Los pollos de engorde ni siquiera tienen garantizado un sacrificio sin dolor. A muchos se les aplica el método de “aturdimiento por baño de agua”, considerado ineficaz y extremadamente cruel, ya que en demasiadas ocasiones los animales siguen completamente conscientes cuando se les corta el cuello.
Desde FAADA y Eurogroup for Animals pedimos a la Comisión Europea que redacte leyes firmes y específicas para proteger a estos animales, y que su cumplimiento sea obligatorio en todos los Estados miembros.
En concreto, exigimos:
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