Gestionamos la reubicación de un mapache que vivía en un piso de Barcelona

Ayer 31 de enero, reubicamos un mapache, Fredy, que durante 7 años había vivido en casa de unos particulares con otros animales. Se trata de un macho, identificado y esterilizado, que convivía con perros y un par de aves. La familia lo había estado cuidando como uno más de la familia, pero finalmente, se dio cuenta que un piso no es el mejor lugar para un animal de esta especie.

El hecho de estar esterilizado, vivir en cautividad y tener una dieta diferente de la que tendría en libertad, ha hecho que el animal haya ido cogiendo sobrepeso. El problema de obesidad es muy común en animales salvajes que viven como animales de compañía.

En mapaches en cautividad, también es recurrente que, al no tener sus necesidades cubiertas, acaben presentando conductas agresivas.

Desde FAADA hemos tenido que realizar varias reubicaciones de animales de esta especie a causa de dichas problemáticas: hace unos años se puso de moda tener a un mapache como “mascota” y muchas personas acabaron comprando a estos animales sin haberse informado bien sobre sus reales necesidades.

Otra consecuencia de esta misma “moda” es que los mapaches han sido catalogados como fauna invasora: varios de ellos se escaparon o fueron abandonados por sus propietarios y se adaptaron al medio natural, reproduciéndose y hasta formando poblaciones estables en algunos municipios, como Madrid y Asturias.

Las especies catalogadas como fauna invasora dejan de poder ser comercializadas. Su tenencia se limita a aquellas personas que habían adquirido previamente al animal y que mantienen a los animales responsablemente, esterilizados e identificados. Por lo tanto, en la actualidad, NO se pueden adquirir legalmente mapaches como animales de compañía, al igual que pasa con otras especies salvajes (tortugas de florida, coatíes, cotorras de argentina, entre otras.)

Así pues, Fredy se encuentra camino a Holanda, al Centro de recuperación que AAP Primadomus tiene en Almere. Allí pasará unos días en cuarentena antes de vivir en su nueva instalación, un espacio naturalizado y con otros individuos de su misma especie. ¡Le deseamos muchísima suerte! 

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