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Gatos o humanos: ¿quién es el verdadero responsable de la muerte y desaparición de tantas especies?

Opinión Barcelona, junio 20, 2022

Gatos o humanos: ¿quién es el verdadero responsable de la muerte y desaparición de tantas especies?
La pérdida de biodiversidad, por mucho que algunos sectores intenten achacarla a las colonias felinas, está estrechamente relacionada con las causas antrópicas.


Alodia Mora
Bióloga, asesoramiento de animales de compañía y gestión de rescates

 

En los últimos años se ha observado una pérdida de biodiversidad en el medio, y no es casualidad que se esté dando de forma paralela a la urbanización y antropización del medio. Los humanos estamos modificando tanto el ambiente urbano como el ambiente rural para nuestro beneficio, sin prestar demasiada atención a los efectos que pueden estar causando en el medio. Después, cuando constatamos esta pérdida de biodiversidad, buscamos un culpable externo sin responsabilizarnos de nuestras propias acciones. En estos momentos, el foco está en los gatos comunitarios, que son culpados del exterminio de las especies protegidas, evitando así asumir cualquier tipo de responsabilidad por parte de los humanos.

¿Cuántos son los individuos que pueden estar afectados por las colonias de gatos? ¿Cuántas poblaciones pueden estar sufriendo la presión de las colonias felinas? ¿Existen datos fiables para criminalizar a los gatos de esta forma? ¿Tienen los gatos un nivel de afectación en la biodiversidad tan significativo como están intentado hacernos ver ciertos sectores?

Y sobre los humanos, ¿se está cuestionando de alguna forma la presión que estamos ejerciendo en el medio? ¿Cuántos cerramientos de estructuras se han realizado dejando sin espacios de nidificación a las aves? ¿Cuántos nidos han sido destruidos por “molestias” en el vecindario? ¿Cuántas aves han muerto y siguen muriendo por colisiones con estructuras o edificios? ¿Cuántos animales están siendo afectados por los cambios en los usos del suelo? ¿Por qué se siguen permitiendo estas actuaciones y nadie asume responsabilidades cuando ocurren estos hechos?

¿Tiene algo que ver la criminalización de los gatos comunitarios y la falta de responsabilidad de nuestras acciones?

En FAADA recibimos avisos constantemente sobre cerramientos o modificaciones de estructuras en edificios que acaban con colonias enteras de aves protegidas, afectando a decenas e incluso cientos de individuos. Solamente en los últimos casos de los que hemos sido informadas este año, había alrededor de 150 vencejos que se han visto afectados por cerramientos de sus espacios de nidificación. Una cantidad muy elevada de animales, teniendo en cuenta además que el número de avisos que nos llegan es insignificante en comparación a la multitud de situaciones que se están produciendo y afectando a la fauna.

En Barcelona, recibimos un aviso porque un vecino había procedido al cerramiento de unos espacios en su terraza, argumentando que entraban palomas a anidar y afectando, no solamente a esos animales, si no a varios vencejos que los utilizaban como espacio de nidificación. En Manresa, una comunidad de vecinos decidió cerrar varios agujeros en la fachada del edificio, dejando sin espacio de descanso y nidificación a decenas de vencejos reales que estaban desesperados intentando recuperar esos espacios.

Y en Masnou hemos recibido aviso sobre dos edificios. En uno de ellos se había procedido al cerramiento de cavidades de la fachada con una especie de material impermeable. Después de esa modificación era posible observar a varios vencejos entrando en algunas de ellas mal cerradas, por lo que es de suponer que muchas de las que sí están bien impermeabilizadas eran espacios de cobijo de vencejos. En otro de los edificios de Masnou es posible que se lleve a cabo el cerramiento de una pared con numerosos espacios que están siendo actualmente utilizados por cientos de vencejos. También en Masnou, hemos podido observar un aviso de tratamiento de fitosanitarios en los árboles de la zona, alertando a las personas para que no dejen animales en balcones y que eviten el contacto con los árboles de la zona, aplicación que se está produciendo en plena época de cría y que posiblemente tenga efectos en las aves de la zona.

Estos hechos siempre tienen una afectación directa en la supervivencia de la población y, concretamente, en los individuos reproductores, por lo que acaba repercutiendo a nivel de especie. Estas modificaciones que acaban con los espacios de nidificación o descanso de las aves no son hechos aislados, son acciones que se repiten continuamente, a gran escala, y sin importar si es una zona urbana o rural. Acciones que están invisibilizadas y que no se cuestionan, seguramente, porque la causa es humana.

No podemos permitir culpar a los gatos de la pérdida de biodiversidad sin una visión integral de la situación y sin estudios claros y certeros que demuestren esa posible afectación y el impacto real en nuestro ambiente. No podemos permitir que se respalde la eliminación de los gatos comunitarios del medio, entre otras cosas, porque así no acabará la pérdida de biodiversidad.

Es necesario poner el foco y hacer una crítica a las acciones que llevamos a cabo, porque nuestra huella es la principal causa de pérdida de biodiversidad. Solo así podremos proteger a todas las especies, ya que las estamos expulsando de nuestros entornos y las estamos matando a pasos cada vez más grandes.

 

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