Our action Barcelona, august 13, 2018
Los delfinarios en España se rigen por la Ley 31/2003, de 27 de octubre, de conservación de la fauna silvestre en los parques zoológicos. De este modo, quedan obligados al cumplimiento de un programa de educación que informe sobre la especie, el hábitat y la conservación.
Debido al gran número de denuncias recibidas por parte de usuarios que se quejaban de la componente puramente lúdica de los espectáculos de estos centros, desde FAADA, en el marco de nuestra campaña SOSdelfines, optamos por realizar una evaluación de los contenidos educativos de dichas exhibiciones.
Para esta valoración, analizamos las exhibiciones de delfines mulares (Tursiops truncatus) de once delfinarios españoles a lo largo de todo el 2017.
Con este objetivo realizamos la transcripción de lo que la voz en off o los cuidadores explicaban al público durante las exhibiciones. De la transcripción, seleccionamos las partes que contenían valores educativos (información sobre la especie y el hábitat o bien concienciación y formación sobre aspectos de conservación) para su análisis.
Por un lado, hicimos el recuento de los segundos invertidos a este fin en un solo idioma. A partir de ese dato y de la duración total de la exhibición, obtuvimos el porcentaje de tiempo dedicado a la educación.
Por otro lado, marcamos, de una lista de valores educativos pre-establecida, los que se mencionaban de una forma u otra durante la exhibición.
Además, anotamos algunas observaciones sobre el transcurso de la actividad en cuanto al tipo de música que se utilizaba, al tipo de ejercicios que realizaban los animales, o bien si el público o los cuidadores entraban en el recinto con los delfines.
RESULTADOS DESOLADORES
En cuanto al porcentaje educativo, se destinó, de media, un 8,8% del tiempo de cada exhibición a ofrecer información que puede considerarse educativa (con una variabilidad entre el 1.4 y el 26.4%), durante una media de exhibición de 20 minutos.
Respecto a los valores educativos, encontramos una gran carencia generalizada. La información biológica de la especie se basó en señalar y explicar las funciones de algunas partes del cuerpo del delfín (8 de 11 delfinarios) y en mencionar el nombre de la especie (7/11); en cambio tan sólo un centro indicó que estos animales viven en grupos, y dos que paren a sus crías, de qué se alimentan o que utilizan ecolocalización. El valor de la conservación del hábitat se cubrió ligeramente mejor, basándose las explicaciones en la contaminación de los mares (7/11) y haciendo una llamada al reciclaje o explicando el protocolo en caso de varamiento de un cetáceo. En cambio, tan sólo un delfinario mencionó el estado de conservación de la especie o describió su hábitat natural.
Considerando otros aspectos, el 73% de los delfinarios utilizaron música moderna a un volumen elevado, el 73% basaron los ejercicios de los delfines en saltos o comportamientos ajenos al repertorio habitual de su especie y el 82% incluyó la entrada al recinto de algún visitante y de los cuidadores.
En definitiva, las exhibiciones con cetáceos de los delfinarios de España dedican la mayor parte del tiempo a ejercicios destinados al entretenimiento del público. Y las explicaciones de megafonía pretenden lanzar un mensaje de conservación de la naturaleza que tiene demasiadas carencias como para considerarse educativo.
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