Los Ayuntamientos de Vilafranca del Penedès y de Vic, siguen permitiendo la venta ambulante de gallinas, conejos o palomas en sus mercados semanales. Los animales son transportados desde las explotaciones en condiciones que nadie controla y, una vez en los mercados, se les deja en las jaulas, amontonados, sin agua ni comida. Durante esta estancia, deben soportar condiciones climáticas a menudo extremas así como el estrés que resulta de los ruidos y la actividad humana típica de los mercados.
Al encontrarse fuera de explotaciones ganaderas, la Generalitat de Catalunya delega el control de estos animales a los municipios, pero el personal técnico de los ayuntamientos no está formado en bienestar animal y, de todos modos, nunca comprueba en persona las condiciones y documentación de los animales.
Cuando alguien compra uno de estos animales puede hacer del mismo lo que quiera, sin que ninguna regulación indique cómo hay que alimentarlo, en qué instalaciones debe vivir o cómo se debe proceder a su sacrificio.
A este propósito, la Organización Mundial de la Salud ha reconocido como factores de riesgo para la salud “el sacrificio, desplume, manipulación de las carcasas y preparación para el consumo de aves de corral infectadas, especialmente en el entorno doméstico”.
Tanto para los animales como para la salud de las personas, en FAADA consideramos necesaria una prohibición en torno a estos mercados y que se regule mejor el autoconsumo en los diferentes territorios. Y tras recibir numerosas quejas sobre el estado de los animales de estos dos municipios y haber intentado dialogar con ellos de todas las formas posibles, pedimos ayuda para que los ayuntamientos de Vilafranca del Penedès y Vic avancen de una vez.
¡Súmate y firma la petición!
¡Pido al @VilafrancaAj y al @aj_vic que prohíban la venta de animales vivos en sus mercados semanales! #MercadosSemanalesSinAnimales