Our action Barcelona, may 22, 2014
El animal se salvó del sacrificio al no ser catalogado como “fauna invasora”.
Vivir o morir depende de un epígrafe. El pasado viernes 9 de mayo FAADA colaboró en el rescate de un animal sin identificar –“una mezcla de rata o ardilla gigante y coipú”, nos informaron- que se encontraba en un garaje. Resultó ser una marmota, por lo que se pudo reubicar en el Parque Natural de Molló Park (Ripollès). Si hubiese sido un coipú, su destino hubiese sido otro muy distinto, fatal. Así lo decide la Conselleria d'Agricultura de la Generalitat de Catalunya a raiz de la aparición del Real Decreto 630/2013 de 2 de agosto, por el cual se regula el catálogo español de especies exóticas invasoras.
Tras recibir el aviso, nos presentamos en el garaje donde se había visto el animal por última vez con todo el material disponible. Se trataba de un local de dos plantas, repleto de coches, que ofrecía al animal un sinfín de posibilidades para esconderse. Rastreamos cada rincón del garaje e intentamos rodearlo para poderlo atrapar con la red varias veces, pero no había manera, a la que nos acercábamos el animal se las apañaba para escabullirse y esconderse debajo de otro coche. Finalmente y después de muchos intentos pudimos acorralarlo entre 2 coches y la pared y preparar la jaula trampa.
Nos pusimos encontacto con el Servei de Biodiversitat i Protecció dels Animals de la Generalitat de Catalunya para informarles del caso. A esas alturas todavía pensábamos que se trataba de un coipú. Sabíamos lo que le esperaba: una muerte segura. Conscientes de que el destino de las especies invasoras suele ser la muerte, explicamos al Servei de Biodiversitat i Protecció dels Animals que teníamos un centro donde llevarlo, el centro de rescate AAP, en Holanda. A pesar de ofrecerles alternativa ética y viable, nos dijeron que según el protocolo todo animal considerado invasor "tendría que ser sacrificado y que de lo contrario se estaría incumpliendo la ley". Pero dicha ley sólo menciona que "las administraciones competentes adoptarán en su caso las medidades de gestión, control y posible erradicación de las especies incluidas en el catálogo". En ningún momento se explicita la obligatoriedad de sacrificar a una especie considerada invasora. Aún así, llamaron al servicio de recogida Biodivers para que viniera a recogerlo, entregarlo a los agentes rurales y depositarlo en el centro de recuperación de fauna Torreferrussa. Por suerte, la historia tuvo un final feliz: era una marmota, no un coipú. El animal se encuentra sano y salvo en el Parque Natural de Molló Park, donde en breve será asociado con otra de las marmotas del parque. Afortunadamente, la marmota no es una especie catalogada como a invasora. Se ha salvado de la muerte y para ella empieza una nueva vida, seguro que mejor y más adecuada a su naturaleza. |
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En FAADA somos conscientes de los graves impactos que la fauna invasora puede causar a la fauna y flora autóctona pero no creemos que el sacrificio sea la solución. Lucharemos para conseguir un cambio en la Ley, más justa para los animales, y no dejaremos de reclamar de las administraciones que prohíban de manera tajante la venta de animales exóticos, tanto en las tiendas como por Internet. También solicitamos más ayudas a los centros de recuperación privados, que son los que acaban asumiendo las consecuencias de la irresponsabilidad de los otros. |
Enlaces de interés:
Real Decreto: http://www.boe.es/boe/dias/2013/08/03/pdfs/BOE-A-2013-8565.pdf
Molló Park: http://es.molloparc.com/index2.php