Ponemos en marcha un nuevo proyecto para salvar équidos

Tal y como os comentábamos hace unas semanas, Dolç y Cleo, los ponis que en los últimos meses hemos estado rehabilitando en el marco del Proyecto Shanaan, ya están con sus adoptantes. Tras su marcha, desde FAADA hemos tomado la decisión estratégica de poner en pausa el mismo proyecto de rehabilitación y adopción de équidos, para centrarnos en trabajar en una problemática muy urgente y que está afectando a un altísimo número de caballos y asnos.

Con la crisis muchos équidos están siendo abandonados o, lo que es peor, se les está dejando de alimentar. Antes de comisar a uno de estos animales, la administración siempre espera a que el caballo esté prácticamente en estado de caquexia y, aún así, solo actúa en un número de casos muy reducidos. Los refugios están colapsados y, debido a la actual situación económica, cuesta mucho pagar las facturas, no sólo del forraje sino de veterinarios, podólogos, para suplementos, etc.

En definitiva, no podemos permitir que las cosas sigan así. Por eso, desde FAADA, hemos iniciado un nuevo proyecto, el proyecto Nayati (“luchador”). El mismo pretende fomentar los rescates, salvar la vida del mayor número posible de équidos y conseguir la financiación no solo de las mismas actuaciones, sino también de posibles gastos veterinarios que, de otra forma, deberían asumir los refugios.

Por lo que se refiere al proyecto Shanaan, todos los ponis y caballos que han pasado por el mismo nos ha enseñado muchísimo: Shanaan, nuestra inspiradora, Arquímedes, Arian, Artius, Argon, Aritz, Arti, Kenia y África, Lyon, Aran, Dulce y Cleo. Trece équidos desde que empezamos, trece vidas con traumas muy profundos y que nunca olvidaremos. 

No ha sido fácil, la mayoría de ellos no se dejaban tocar ni siquiera acercarnos. Hemos tenido que aprender, leer mucho, consultar otros profesionales, probar y equivocarnos... ¿y sabéis que? Estamos contentos de nuestra labor, de nuestros logros e incluso de los errores que nos han ayudado a mejorar. Y queremos agradecer la generosidad y el compromiso de todos los y las profesionales, voluntarios/as y adoptantes que, de una forma u otra, nos han ayudado a dar una nueva vida a estos animales. En especial, nos gustaría dar las gracias a La Finestra sul Cielo: sin su ayuda económica nada de todo lo que hemos hecho hubiera sido posible.

Estamos seguras de que, en un futuro, volveremos a rehabilitar a más animales. Pero ahora, toca centrarnos en lo más urgente y, por eso, focalizaremos todas nuestras energías para sacar de situaciones desesperadas al mayor número posible de équidos.

Como siempre, ¡os iremos explicando los avances del nuevo proyecto!