Actualidad Lleida, enero 10, 2014
Aria es una preciosa pitbull de ocho años que espera impaciente una segunda oportunidad. Nació con dos problemas: el primero es pertenecer a una raza potencialmente peligrosa; el segundo, tener unos dueños que la maltrataron.
Aria es una perra llena de vida, alegre, simpática y cariñosa, pero el hecho de ser una pitbull hace muy difícil su adopción y por eso lleva años viviendo en una jaula en el refugio Amics dels Animals de la Noguera. A estas razas se las castiga por su consideración de “peligrosas” pero, paradójicamente, las autoridades hacen muy poco para controlar su cría y tenencia.
Los pitbull – como los akita inu, bullmastiff, dóberman, dogo argentino, dogo de Burdeos, fila brasileiro, mastín napolitano, pit bull, perro de presa canario, rottweiler, Staffordshire bull terrier, American Staffordshire terrier y tosa japonés- están incluidos en la lista de perros potencialmente peligrosas del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural de la Generalitat de Catalunya.
Una clasificación basada en un criterio físico: son perros fuertes, poderosos, robustos, atléticos, vigorosos y valientes. De cabeza voluminosa y mandíbulas grandes y fuertes. Unas condiciones físicas a las que se les ha atribuido una etiqueta, sin tener en cuenta el carácter del animal. Los pitbull son perros tan cariñosos y mimosos como cualquier otro perro, depende de cómo se les cuide, del ejercicio que hagan, de la sociabilización que hayan tenido de cachorros... Como cualquier otro perro. En definitiva, están a merced de la sensibilidad e inteligencia de sus propietarios.
Santi Vidal, instructor canino con décadas de experiencia en educación canina lo tiene claro cuando asegura en una entrevista a Sr. Perro.com: “ Me gustaría romper una lanza a favor de los pitbull, rottweiler, etc. En general esta creencia hace que se les eduque muchas veces con rigidez y castigos, otros propietarios no permiten que sus perros se les acerquen y en ocasiones acaban teniendo muchos problemas de socialización. Todos los perros son igual de maravillosos, si les tratamos como se merecen. Deberíamos reflexionar sobre la ausencia de razas potencialmente peligrosas y empezar a hacer una lista de propietarios potencialmente estúpidos y peligrosos”.
En el caso de Aria, los potencialmente peligrosos fueron sus dueños, por cuya culpa acabó entre los barrotes de una jaula y, aunque el personal y los voluntarios de la protectora hacen todo por ella, su vida no se parece en nada al hogar que debería tener. A pesar de todo, ella siempre demuestra ese amor y agradecimiento incondicional hacia quienes la cuidan cada día. Quien se decida a adoptar a Aria se llevará un tesoro, es una perra especial, llena de cariño y vitalidad, que no merece pasar sus últimos años en una jaula.
Desde aquí le deseamos a Aria la misma suerte que ha tenido Moon, otra pitbull compañera suya que se ha dado en adopción recientemente y vive como una reina con su nueva familia. Su dueña nos dice que es la mejor decisión que ha tomado nunca. Casos como el de Moon son los que nos da ánimos y fuerzas para creer que siempre hay esperanzas tanto para Aria como para el resto de animales que hay en el refugio.
Desde FAADA queremos recordar que ésta es una época del año en la que se regalan muchos cachorros sin valorar las consecuencias y responsabilidades que implica la introducción de un animal en la familia. Muchos de esos cachorros acabarán en una perrera o refugio cuando sus dueños se cansen de la novedad o el perro crezca.
Desde FAADA, abogamos por la adopción responsable. Los animales dependen de nosotros y en nuestras manos está evitar su sufrimiento.
Enlace: http://www.amicsdelsanimalsdelanoguera.com