Cacerías de gatos y ataques a cuidadoras de colonias en un pueblo de Zamora

En Piedrahita de Castro, un pueblo zamorano de unos 100 habitantes, un conjunto de vecinos lleva años persiguiendo y masacrando a los gatos locales con perros y escopetas de perdigones. Recientemente, uno de los cuatro concejales del pueblo, perteneciente al partido Zamora Sí, ha sido sancionado por presuntamente soltar a su perra para que atacase a una gata embarazada que finalmente acabó muriendo desangrada.

El vídeo del ataque fue colgado en redes sociales y se puso en conocimiento de lo ocurrido a la dirección general de Zamora Sí. Tras un primer posicionamiento indicando que tomarían medidas, finalmente los responsables del partido han decidido esperar a la sentencia.

Pero los animales no son las únicas víctimas de la violencia de estos individuos. El pasado 8 de agosto 2023, una de las gestoras de la colonia felina local fue agredida cuando acudía en su coche a la llamada de un vecino que avisaba que había un gato en peligro. A su llegada, un grupo de vecinos se abalanzó sobre su vehículo rompiéndole la luna frontal. La mujer tuvo que ser atendida por los servicios de emergencia, y los hechos acabaron en una denuncia ante la Guardia Civil que en este momento se encuentra a la espera de resolución.

Y esta vecina no es siquiera la única persona perjudicada. El alguacil del pueblo, alimentador y cuidador de los felinos locales desde hace décadas, denunció en los meses de julio y agosto la aparición de cadáveres de gatos con signos visibles de violencia en el felpudo de su vivienda. El cadáver del segundo felino, una cría de unos pocos meses, mostraba la presencia de dos perdigones cerca del lomo y en el abdomen.

Así mismo, la portavoz de PACMA, Yolanda Morales, también ha indicado ser conocedora de la aterradora situación que viven, por lo menos, dos vecinos que deben mantener puertas y ventanas cerradas por miedo a que sus gatos salgan al exterior y acaben víctimas de estos individuos. Son muchos los vecinos y vecinas que, aunque críticos con estas cacerías de gatos, no se atreven a denunciar los hechos a las autoridades por miedo a las represalias del grupo de presuntos maltratadores.

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Fuente: Zamora News