México: decenas de rayas halladas muertas tras extirparles el aguijón para que no dañaran a los turistas

A principio de abril, los funcionarios de Huatabampo (Sonora, México) mutilaron a centenares de rayas, arrancándoles su aguijón, para proteger a los turistas que se bañaran en la playa en Semana Santa. Esto porque las rayas suelen acercarse a las costas en búsqueda de aguas cálidas, lo que en ocasiones produce pequeños accidentes con los bañistas.

El Ayuntamiento incluso difundió un vídeo donde se mostraban las imágenes de cómo se había llevado a cabo la captura y la mutilación de los animales. Pues bien, tan solo una semana después, decenas de ejemplares de estos animales aparecieron muertos en la orilla. 

Tal y como ha indicado a los medios Jaqueline García, experta en impactos de los ecosistemas del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), lo que ha ocurrido era totalmente previsible, sobre todo teniendo en cuenta que “el manejo de los animales fue terrible”. Los mismos, de hecho, fueron capturados con redes y muchas se atoraron. No se sabe exactamente cuánto tiempo estuvieron atrapados antes de ser arrastrados para quitarles el aguijón de forma rudimental y luego devueltos al mar aventándolos desde lejos. Siempre según la especialista, tampoco se puede conocer el número de rayas afectadas por esta práctica, “pues no se llevó a cabo ningún conteo ni un seguimiento del impacto ambiental". 

El hallazgo de los animales muertos causó una gran indignación en las redes sociales, por lo que la coordinadora municipal de Ecología, Elizabeth Guerrero Moreno, supuesta responsable de la medida, fue cesada de su cargo. Así mismo, la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) ha empezado una investigación y anunciando que interpondrá una sanción económica para los responsables.

Lo más triste de todo, es que, con el objetivo de reducir el impacto de las picaduras de estos peces, en 2007 ya se había llevado a cabo en California el experimento de quitar el aguijón a estos animales. En esa ocasión se siguió un protocolo estricto estudiado para minimizar al máximo el sufrimiento y el estrés de los animales, pero, en cualquier caso, los resultados del estudio demostraron que la medida no había servido para reducir las picaduras a turistas. Esto porque, tal y como se comprobó, las rayas se mueven mucho y las que ya no tienen aguijón –que tarda un año en regenerarse– nadan a otros lugares y, a la misma zona, llegan fácilmente otras que no están mutiladas y aún pueden picar.

La única solución efectiva, por lo tanto, resulta ser avisar a los turistas mediante señalización específica que, no solo informe del posible peligro, sino también recuerde la importancia de ¡NO interactuar con animales salvajes!

Para más información sobre turismo y animales: Turismo Responsable con los Animales

Fuente: El País
Foto: Protección Animal Hermosillo